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adoptada en Egipto. Esto incluía la prohibición profundamente ligada a su visión de la
del consumo de judías. Lo más notable de la
orden pitagórica era su enfoque en la filosofía y
las matemáticas como base moral para la vida.
Los pitagóricos veían a los números como la
esencia de todas las cosas, incluso lo divino.
El símbolo característico de la escuela era la
estrella de cinco puntas, formada al trazar las
diagonales de un pentágono en una cara de
un dodecaedro regular, lo que establece un
vínculo entre la matemática prehelénica y la
pitagórica con el arte babilónico. Se sabe de
dos grupos de pitagóricos: los acusmáticos
(oidores) y los matemáticos (conocedores). Los
primeros estaban enfocados en dichos rituales,
mientras que los matemáticos en la teoría de
números (Huffman, 2008).
La importancia de la numerología
pitagórica
La numerología pitagórica fue central en su
sistema de pensamiento. Para los pitagóricos,
los números no eran sólo símbolos abstractos,
sino las fuerzas vitales que regían el cosmos.
Postulaban que todo en el universo tenía un
origen numérico, una visión que integraba los
números con la geometría. Por ejemplo, el uno
se asociaba con el punto, el dos con el
segmento, el tres con el triángulo, y el cuatro
con la pirámide. Estos números, en una
secuencia casi mística, trazaban los pilares de
nuestro universo, formando la sagrada
“tetractys”, una estructura clave para entender
el espacio y las dimensiones (Jiménez, 2015).
Por ejemplo, el número diez, resultado de la
suma de los primeros cuatro números
(1+2+3+4=10), era el símbolo de la perfección
para los pitagóricos. Representaba la
completitud del cosmos y se convertía en un
reflejo de la estructura geométrica del universo.
La estrella de cinco puntas, símbolo geométrico
de los pitagóricos, también estaba
Año 10 Núm. 30 septiembre-diciembre 2024
proporción y la armonía universal.
Filosofía, Música y Prácticas de los
Pitagóricos
Además de las matemáticas, los pitagóricos se
interesaron en la astronomía y la música,
disciplinas que consideraban conectadas al
orden cósmico. Pitágoras fue un precursor en la
afinación de instrumentos musicales, sentando
las bases de la armonía musical. Para los
pitagóricos, la música era un medio espiritual
para purificar el alma y simbolizaba la armonía
cósmica【Douglas Jiménez, Historia de las
Matemáticas: Pitágoras y el Pitagorismo】.
Según Filolao, los intervalos musicales, como la
octava, no sólo representaban una realidad
matemática, sino una perfección eterna que
contrastaba con la fugacidad de la existencia
corporal. La música representaba la armonía
de los opuestos y la unificación de lo diverso,
reflejando la estructura del universo. Este
concepto también explicaba la veneración del
número diez, ya que simbolizaba la perfección
y la armonía de todas las dimensiones
(Thomson, 1975).
El Legado duradero de la comunidad
pitagórica
El legado de la comunidad pitagórica ha
dejado una profunda huella en la historia del
pensamiento occidental. Su influencia perduró
a través de Platón y otros filósofos quienes
adoptaron muchas de sus ideas sobre los
números, la geometría y el orden del cosmos. La
idea pitagórica de que los números y las
proporciones gobiernan el universo ha influido
en la ciencia, el arte y la arquitectura a lo largo
de los siglos.
Los pitagóricos no sólo heredaron un legado
simbólico, como el pentágono estrellado, sino
que también establecieron las bases para una
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Tlahuizcalli ISSN: 2448-7260