Page 133 - LIBRO DE RELIGIÓN 1° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana






                ¿Cómo buscar mi vocación?
                Es necesario, en  primer lugar, conocer las distintas vocaciones cristia-
                nas. Todas son caminos de amor, formas de vivir el amor de Dios.

                   •  El matrimonio es vivir el amor de Dios y ser signo de su amor
                      en el contexto de la relación de pareja y de la transmisión de
                      la vida en los hijos e hijas.
                   •  La vida consagrada consiste en aceptar el amor de Dios que
                      elige y consagra a una persona para vivir en comunidad de
                      hermanos/as y entregarse a un apostolado.
                   •  El sacerdocio es vivir el amor de Dios siendo ministro de la
                      Palabra y de los sacramentos en medio de una comunidad
                      cristiana.
                   •  La soltería comprometida es vivir el amor en el compromiso y
                      la entrega concreta como llamado del Señor en ese estilo de vida.
                El siguiente paso es discernir a cuál de las vocaciones crees estar llamado
                o llamada para realizarte como persona y como cristiano o cristiana. Para
                esto puedes responder a preguntas como:

                   •  ¿En qué ambiente me siento mejor (con la familia o en la parroquia
                      o con el grupo juvenil)?
                   •  ¿Cómo me imagino en unos diez años más?
                   •  ¿Converso con alguien sobre mis competencias para la vida matri-
                      monial o para la vida consagrada?
                   •  ¿Busco literatura que me abra perspectivas sobre alguna de estas
                      vocaciones?
                Finalmente, hay que optar. De lo contrario, la vida opta por nosotros y
                acabamos haciendo lo que hacen todos.

                   •  Para hacer una buena opción es necesario el discernimiento, que
                      es el arte de descubrir por dónde nos quiere llevar el Espíritu del
                      Señor. Se realiza profundizando en todas las actividades que vivimos
                      en clima de oración y reflexión.
                   •  De lo que podemos estar seguros es que no perdemos el tiem-  Una historia de amor
                      po. Este tiempo de formación es muy rico para el crecimiento
                      como personas y como cristianos. Nos va a servir como una    El libro de la Sagrada Escritura llamado Cantar
                      escuela de vida.                                             de los Cantares habla del amor conyugal, signo
                                                                                   visible del amor de Cristo, “Esposo”, a la Iglesia,
                   •  Al optar, por medio del discernimiento, llegaremos al con-   “Esposa”, con estas hermosas expresiones:
                      vencimiento de que el camino concreto que hemos elegido      En la noche busqué al amor de mi alma,
                      responde a la voluntad de Dios para nosotros, en cuyo caso   en mi árido jardín él hizo su morada,
                      seguiremos gozosamente en él. O, al revés, descubriremos que   con perlas de rocío cubrió él mi cabeza,
                      ese camino no es lo que el Señor nos está pidiendo, en cuyo   mi alma está bella, mi bien amado llega.
                      caso nos orientaremos hacia otra vocación con más seguridad.   Ven, amada mía, ven a mi jardín,
                      En las dos situaciones sentiremos la armonía y la paz que nos   el invierno ya pasó
                      da el saber que estamos acogiendo los designios de Dios en   y las viñas en flor exhalan su frescor,
                      nuestra vida.                                                ven a mi jardín.
                                                                                   Habla, mi bien amado, atisba en la ventana,
                                                                                   el fruto está maduro, mi alma está presta,
                                                                                   espero su llamado pidiéndome abrir.
                                                                                   Arrulla la paloma, mi bien amado llega.




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