Page 15 - T1. Padres. Escuchar los mayores deseos de los niños_Neat
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Alrededor de los veintidós o veintiséis meses (Lipkens, y Hayes), los bebés podrán
            hacer  combinaciones  reversibles  con  estas  relaciones  por  sí  solos.  Cuando  se  les
            pregunta: « ¿Como hace el perro?», el niño responderá: «Guau guau». Cuando se les

            pregunta: «Quien hace guau?», la respuesta será: «El perro».












            No se les ha enseñado ninguna relación específica entre la palabra perro y el sonido
            guau; sin embargo, son capaces de  deducir  las conexiones. Ahora el triángulo  está
            totalmente cerrado. Los niños, a partir de las dos relaciones que les hemos enseñado,
            han llegado a desarrollar seis por si solos.


            Si alguno de estos elementos llega a asociarse con algo amenazador o agradable, es

            probable  que  cualquier  otro  elemento  que  se  relacione  con  el  primero  también  se
            vuelva amenazador o placentero sin necesidad de que haya  tenido  una experiencia
            directa. Por ejemplo, si el niño, por accidente, se pincha con un objeto mientras se le

            dice «perro», puede empezar a llorar en  cuanto se le mencione «guau guau» o cada
            vez que vea el dibujo del perro.




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