Page 8 - edicion 846 El DIrectorio
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El mundo
Protestas en Chile: "No pensé que volvería a vivir bajo toque de queda. Y no pensé que mis
  hijos lo harían"
No pensé que volvería a vivir bajo toque de queda. Y no pensé que mis hijos lo harían.
connotación sexual son preo- cupantes"
También los medios enfrenta-
los más fuertes registrados en la historia, para reponer una restricción que en Chile nos
nes -el caso de una profesora que caía de la clase media a la indigencia al momento de
jubilar-; la "bala loca" que en una de las comunas más po- bres había alcanzado a un bebé de unos meses. Hablábamos del clasismo en la cobertura y persecución de la delincuencia, del mal uso de recursos entre parla- mentarios, del desprestigio político cada vez mayor. De las largas jornadas de tra- bajo y las bajas remunera- ciones; del aumento del desempleo, de las amenazas que ensombrecían las ex- pectativas económicas en medio de la guerra comercial mundial.
   Las respuestas a los proble- mas eran distintas, pero los diagnósticos eran más o menos compartidos.
 Pero aquí estamos, hace ya siete días, unos más entre mi- llones de personas en Chile que cada tarde esperamos que el Ejército nos diga a qué hora debemos desaparecer de las calles y encerrarnos en casa hasta la madrugada. Como otros periodistas, tengo un salvoconducto con el que puedo circular si el toque me pilla trabajando. Y estos días, casi siempre estamos traba- jando. Como conductora en una radio de noticias chilena que hizo historia informando en años sin democracia, no hay duda respecto a cuál es nuestro rol: transmitir, infor- mar, acompañar.
mos una demanda por cubrir en forma imparcial el movi- miento. Las manifestaciones llegaron una mañana hasta nuestra puerta. Me ofrecí de voluntaria a conversar y junto a otra conductora entrevista- mos a dos de ellos, dirigentes vecinales.
remite, inevitablemente, a los años del régimen militar.
Antes de las protestas y de las marchas masivas, antes de la furia que consumió las estaciones del metro, antes de los saqueos y los incen- dios, antes del obstinado mar- char bajo los carteles de "Chile despertó", sabíamos que vivíamos en un país más moderno y más rico que el de nuestros padres, madres y abuelos, pero también de su profunda desigualdad.
Protestas en Chile: "La tor- tura, los malos tratos en comi- sarías y la violencia con
Tensiones acumuladas
Este no es el primer toque de queda en Chile en democra- cia. El 2010, tras el terremoto y el tsunami se decretó toque de queda en Concepción. Se necesitó un sismo 8.8, uno de
4 claves para entender la furia y el estallido social de las protestas en Chile
Cubro a diario las noticias, y recuerdo lo que reportábamos los últimos días antes del viernes 19 de octubre: el alto precio de los medicamentos, el bajo monto de las pensio-
8 El Directorio Comercial Latino de Montreal
Sentados en una mesa, mi- rándonos a los ojos, nos pi- dieron lo que echaban de menos en la prensa: "demo- cratizar, también los micrófo- nos".
En un país telúrico como el nuestro, todos sabemos que los terremotos no se pueden predecir. Pero todos sabemos también que, inevitablemente, van a ocurrir. En el país cono- cíamos bien las tensiones so- ciales y políticas que se acumulaban hace tiempo; no sabíamos que la fricción ya se volvía insostenible.
Hoy, bajo estado de emergen- cia, los militares patrullan las calles. Circulan decenas de denuncias, videos, fotos de heridos con perdigones, veci- nos atemorizados a poco me- tros de un saqueo. No es fácil distinguir qué es cierto y qué no es verdad, pero en las redes sociales, las mismas
  Edición 846 - Del 24 al 30 de Octubre del 2019











































































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