Page 11 - Edicion 810 El Directorio
P. 11

 le estaba explicando la situa- ción, me propinó dos puñeta- zos. No me dio tiempo a reaccionar, en seguida llega- ron otros compañeros y entre todos conseguimos reducirlo. Decía que si le pasaba algo, nos hacía responsables", cuenta.El primer golpe le dio de lleno en un ojo y el se- gundo le alcanzó el pabellón auditivo de la oreja izquierda. Unas lesiones por las que el facultativo estuvo más de 15 días medicándose. "No me cogí la baja por la sobrecarga asistencial y porque no quería fastidiar a mis compañeros. Pero no me encontraba bien y tuve que tomar medicación por las lesiones. Además, tuve que tomar precauciones en las entradas y salidas del hospital porque recibí amenazas de mi agresor y su entorno". El 7 de noviembre de 2016 la justi- cia falló a favor de Piedra. El paciente fue condenado por un delito de atentado y conde- nado a una pena de cuatro meses de prisión, dos meses de inhabilitación y al pago de una multa de 500 euros.Piedra está satisfecho con la atención que recibió por parte del Servi- cio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), pero consi- dera que debería haber más medidas de protección y vigi- lantes para evitar agresiones. "La sobrecarga asistencial hace que los médicos dispon- gamos de poco tiempo para tratar a los pacientes. La gente se poner nerviosa por los retrasos en la asistencia, por la falta de medios... y no- sotros somos los que damos la cara y los que, en ocasio- nes, tenemos que asumir ta- reas que no nos corresponden como contener a los pacien- tes", se queja. Recortes presu- puestariosSegún datos del Observatorio de la OMC, el 40% de las agresiones se pro- ducen por discrepancias en la atención médica; el 10% por el tiempo en ser atendido; el 12% por no recetar lo pro- puesto por el paciente; el 15% por discrepancias personales;
el 10% por informes no acor- des a sus exigencias; el 6% en relación a la incapacidad laboral; el 7% por el mal fun- cionamiento del centro; y el 15% por otras causas."Los re- cortes están, sin duda, detrás de este aumento de las agre- siones. Las listas de espera provocan que la gente pierda la paciencia y se deteriore la relación entre médico y pa- ciente", explica Gracia Álva- rez, secretaria de salud de UGT. "Hay muchos nervios en los centros, sobre todo, en los que tienen más presión y donde los médicos tienen que atender en una mañana o una tarde entre 60 o 65 pacientes. Eso es una barbaridad. De esta manera, se está creando un caldo de cultivo idóneo para que se produzcan agre- siones. Es urgente que haya una menor presión asisten- cial", reclama Borraz. Una opi- nión que comparten desde CCOO. "Los recortes explican en gran parte el aumento de las agresiones porque se ha incrementado de forma consi- derable la presión asistencial, sobre todo en los centros de atención primaria y las urgen- cias, que es donde más agre- siones hay porque es donde más se produce el colapso", señala Antonio Cabrera, se- cretario general de la Federa- ción de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de este sindi- cato.Precisamente, en un ser- vicio de urgencias de atención primaria en Granada fue donde agredieron a A. G. una veterana doctora de 58 años hace poco más de un año. Era domingo y estaba de guardia de 24 horas. Salió a llamar al paciente que le tocaba por turno y una mujer se levantó y le espetó: "Y a mi hijo cuándo lo vas a llamar". A. G. le co- mentó que no le habían dicho que fuera tan urgente y que al tratarse de un chichón debía esperar el turno. En ese mo- mento, la hermana del niño de 11 años se acercó hasta ella y le dijo: "Me lo llevo, pero si le pasa algo vendré a buscarte"
y seguidamente le propinó un fuerte bofetón que la dejó atur- dida y con las gafas en el suelo. Ansiedad y miedoA. G. denunció la agresión y como al día siguiente empezaba sus vacaciones pensó que se olvi- daría de aquel episodio, pero no fue así. "La noche anterior a volver a incorporarme lo pasé fatal. Me generaba mu- chísima ansiedad volver a en- frentarme a los pacientes. Estuve de baja un tiempo, me sentía frágil y con miedo. Fi- nalmente, pedí el traslado a otro centro". Aunque las partes llegaron a un acuerdo y recibió una indemnización por el tiempo que estuvo de baja, A. G. todavía se estremece cuando atiende a un paciente y éste alza la voz. "Es enton- ces cuando todo te viene a la cabeza". Su agresora fue con- denada a cinco meses de cár- cel, a pagarle una indemnización de alrededor de 2.500 euros y tuvo que pagar una multa al Servicio Andaluz de Salud. Conscientes de la magnitud del problema, desde la Administración se han puesto en marcha dos vías de actuación. Por un lado, se creó en 2016 un grupo de tra- bajo para hablar sobre este asunto -que apenas ha avan- zado- y desde la Secretaría de Estado de Seguridad del Mi- nisterio se ha creado la figura del interlocutor policial sanita- rio, una iniciativa que ha te- nido buena acogida entre los profesionales sanitarios, aun- que consideran que no se ha implantado de forma sufi- ciente. La situación es de des- protección absoluta. Si no tomamos medidas pronto, esto se va a ir de las manos", denuncian desde CCOO.La Organización Médical Colegial reconoce que se dio un impor- tante paso en la lucha contra este problema cuando, tras la reforma del Código Penal, que entró en vigor el 1 de julio de 2015, las agresiones a sanita- rios que trabajan en el sector público pasaron a considerase delito de atentado contra la
autoridad, algo que piden, no obstante, que se extienda a la sanidad privada, donde en 2017 se produjeron un 13% de las agresiones registradas a través de los colegios médi- cos. Además, reclama que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social y que sean penadas con los mismos criterios en todas las Comunidades Autó- nomas. Medidas de preven- ción Por su parte, desde las organizaciones sindicales exi- gen la puesta en marcha de medidas de prevención para anticiparnos e impedir que se produzcan nuevas agresiones. "Debemos avanzar en la pre- vención proactiva", señala Pedro Borraz, responsable de salud laboral de UGT en Ma- drid, y en mejorar el registro de casos para conocer bien el problema al que nos enfrenta- mos y poder actuar". Sin duda, es fundamental la creación de un "Sistema de Información de Agresiones del Sistema Nacio- nal de Salud, así como proto- colos contra las agresiones", añaden desde el CSIF.Tam- bién reclaman el aumento y la mejora de la eficacia de las medidas de seguridad en los centros de trabajo, instau- rando en todos los centros de salud del botón antipánico, además de aumentar la segu- ridad privada y las plantillas. "Se necesitan más profesiona- les para evitar la saturación de los centros. Es algo imprescin- dible", señalan desde CCOO.Y, por supuesto, de- nunciar. "Ante las agresiones, tolerancia cero", aseguran desde la Organización Médica Colegial de España. "Denun- ciar es importante para que se sepa lo que está ocurriendo y evitar que estos episodios vio- lentos se repitan", sostiene A. G., pero también hay que con- seguir que el sistema funcione mejor, haya menos burocracia, y, en definitiva, más personal para que la atención al pa- ciente sea más ágil".
   Edición 810 Del 14 al 20 de febrero del 2019
El Directorio Comercial Latino de Montreal 11
  Reportaje




























































































   9   10   11   12   13