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explicara detalladamente el asunto, confío en usted y
pongo mi vida y mi futuro en sus manos, haré lo que
sea necesario, bailare, cantare, me parare de manos,
limpiare el piano, podare su jardín.
Que tiempo tienes libre.
El sábado en la tarde y todo el domingo.
Bien, entonces te espero el domingo a las tres,
entendido. Muy bien muchísimas gracias, que dios la
premie y le conceda todos sus deseos.
Así empezó un domingo un curso intensivo de música,
me ponía durante cuatro horas a solfear, a tocar el piano
y a cantar, después de cinco domingos y cerca de 30
horas de trabajos forzados la maestra me comento, creo
que podrás sacar un ocho en tu examen.
Cada lunes casi en la noche, Después de que terminaba
de pintar, limpiaba el piano y con un aceite que me
había regalado un ebanistero, lo dejaba como un espejo,
ese trabajo extra al final me dio los dos puntos que me
faltaban.
Conforme se acercaba la fecha de clausura de cursos y
la kermess, Silvia seguía cambiando, sus faldas
subieron, sus blusas permitieron a sus brazos salir, sus
manos Lucian muy bien cuidadas, en general su arreglo
personal era de diez, su estado de animo magnifico, las
flores habían cambiado, ahora habían flor de
nochebuena, racimos de nísperos o de tejocotes,
pinguicas, una ramita de eucalipto con bellotas, una
catarina sobre una rama de pirul dentro de un frasco, un
