Page 51 - LIBRO EN PDF RECUERDOS.wps
P. 51
tieso, Después de un buen rato me senté y descubrí ante
mi a un grupo de 39 niñas que me miraban
sorprendidas.
La clase empezó, las dulce, clara y segura voz de la
maestra se escuchaba, pasaron los días, mi vida cambio
por completo, todo el mundo se reía de mi, varias
ocasiones tuve que pelear para defender mi dignidad. El
maestro Braulio Barcenas del sexto año me ayudo
mucho, el acostumbraba tener en su salón colgados en
un rincón, dos pares de guantes de box, con el objeto de
arreglar diferencias, y así si alguien molestaba o te caía
mal, tomabas los guantes y buscabas al que te ofendía, y
delante de varios niños se los entregabas, el maestro
Braulio ayudaba a realizar el duelo, y después de 3 o 4
minutos, y uno o dos ojos morados, el problema se
solucionaba. Durante ese año yo entregue los guantes
once veces.
Las cosas mejoraron en la segunda semana, ya perdida
la sorpresa y el pánico escénico, pude ver con agrado
que frente a mi exactamente se encontraban un par de
niñas preciosas, Silvia Argumedo y Enriqueta Cristo,
Silvia era la mas hermosa, morena, de pelo castaño muy
largo, ojos como almendras, una boca pequeñita, nariz
perfecta, unos hermosos dientes blancos como perlas,
sus manos delicadas, con sus deditos finos y alargados,
su vestido, tobilleras y zapatos de muy buena calidad, y
como si fuera poco, la numero uno en su grupo, era muy
inteligente.