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Luis era persona muy importante, andaba en la política,

era el brazo derecho de Don Maximino Ávila Camacho,

hermano del presidente Don Manuel Ávila Camacho.
El tío Luis era coscolino y tenía 2 o 3 mujeres, su

esposa legal y reconocida era mi tía Sarita, hermana

menor de mi mama. Vivian en una gran casa con

teléfono, Refrigerador, calentador, piano, baño con

azulejos y muchos lujos, cuando necesitaban carro mi

tío les enviaba uno con chofer.

Entramos a la dirección y ahí nos esperaba la directora,
dejo lo que hacia, volteo a vernos y hablo, empezaran

por pintar ventanas, puertas, pupitres, escritorios,

sillas, tantos hasta contar cincuenta, saliendo de clases

irán a su casa, comerán, se pondrán ropa apropiada y

regresaran a cumplir su castigo, entendido, se escucho

un Si, pueden retirarse.

Mis compañeros salieron y yo me quede, y tú que
esperas, no oíste. Si señorita, si oí pero el castigo es

injusto para mis compañeros, ya que el responsable

único soy yo, el que le pego mal al balón.

Muy bien, me da gusto que tengas valor, y que

reconozcas tu culpa, pensare en un castigo especial para

ti y mañana te lo hare saber.

Llegue a mi casa con la cola entre las patas, salude a mi

mama, fui por las tortillas, ese día no comí taco, en las

tortillerías siempre tenían salsa en molcajete y podía
uno comerse un rico taco, a mi en especial me trataban

diferente, podía comer los tacos que quisiera, me hacían