Page 23 - Revista Nuevos Aires de Bolívar (Nº 19)
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Nuevos Aires
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          También  decía:  “La  necesidad  de  la  jugar, que es lo que más les gusta hacer a
      felicidad  del  niño  debería  ser la  meta  en  los  niños.  Pero  eventualmente  se  cansa-
      todos  los  sistemas  educacionales.  En  ban, y cuando les parecía que ya habían
      cuanto a la escuela, esta debería ser juzga- jugado lo suficiente,  empezaban a asistir
      da  por  los  rostros  de  los  alumnos  y  no  voluntariamente  a  las  aulas.  No  había
      por los resultados académicos”.        tampoco obligatoriedad en cuanto a cur-
                                             sar  determinadas  asignaturas,  sino  las
           Esta  última  declaración  quizá  ha  sido  que cada uno prefiriera.
      una  de  las  más  importantes  a  la  hora  de
      hablar  de las “desventajas” de  este  siste-     La  escuela  se  regía  por  una  asamblea
      ma:  la  aparente  poca  preparación  de  los  general  con  el  poder  de  dictar leyes,  ha-
      estudiantes  al  enfrentarse  al  “mundo  cerlas  cumplir  y  sancionar  a  quienes  las
      real” de las calificaciones.           incumplieran a través de un tribunal, y en
                                             ella  tanto  los  profesores  como  hasta  el
      Summerhill y la libertad               menor de los alumnos tenían igual dere-
          Desde  el  comienzo,  esta  escuela  fue  cho al voto.
      “especial”.  Al  entrar,  se  dejaba  en  claro
      que el niño o niña tenía absoluta libertad      Neill pensaba que la práctica democrá-
      de hacer lo que quisiera, de asistir o no a  tica de esta asamblea poseía un valor edu-
      clases. La única regla era básica e inque- cativo “superior a una semana de temas o
      brantable:  la  libertad  de  hacer  lo  que  se  clases  escolares”.  Es  declaradamen-
      quiera  sin  interferir  en  la  libertad  de  los  te antiautoritaria.
      otros,  o  de  entorpecer  el  funcionamiento
      de la vida colectiva.                      La asistencia a la asamblea tampoco era
                                             obligatoria, pero los índices de participa-
          Naturalmente,  esto  sólo  podía  hacerse  ción  eran  elevadísimos  porque  nadie
      en un ambiente cerrado, y de hecho Sum- deseaba quedar al margen ni de los pro-
      merhill es un internado.               blemas discutidos ni de las normas apro-
                                             badas  para  solucionarlos.  El  amor  y  el
          Al  comienzo,  casi  todos  los  alumnos  respeto  eran  tomados  como  base  de  la
      faltaban  a  clase  porque  se  dedicaban  a  convivencia.
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