Page 77 - Manolito Gafotas
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—¿Y cuando no existían los rotuladores?
Mi abuelo me dijo que pintaban las paredes con lápices, y antes con óleos, y
antes con lo que pillasen. Después de mucho pensar le dije a mi abuelo:
—A lo mejor al niño que dibujó los animales en las cuevas de Altamira
también le echaron una bronca.
—Pues a lo mejor.
—Y fíjate —me senté en la cama porque empezaba a estar emocionado—
ahora la gente paga por verlo.
—Para que veas.
Me dormí muy contento, creo que esa fue la noche más feliz de mi vida.
Porque me había librado de la peor bronca de mi vida, porque mi abuelo no
estaba loco, porque no se moriría hasta 1999 y porque dentro de cinco siglos
vendrían especialistas de todo el mundo para ver las rayas de una casa de
Carabanchel, y saldrían fotos en todos los libros de la escuela del futuro.
Al día siguiente, antes de irme al colegio, saqué de nuevo uno de mis
rotuladores de « Felices Pascuas. Pescadería Martín» y escribí en letra muy
pequeña y en un rincón de la escalera:
« Manolito Gafotas. Febrero de 1993» .
Quería facilitarles la investigación a los científicos del siglo XXV y quería
que mi nombre se viera en las fotos que salieran en los libros. Al fin y al cabo, mi
abuelo me había ayudado, pero yo había sido el inventor y el artista.