Page 308 - Frankenstein
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interés, a dotar con esta maldición a las genera-
ciones futuras? Me habían conmovido los so-
fismas del ser que había creado; sus malévolas
amenazas me habían nublado los sentidos. Pero
ahora por primera vez veía claramente lo de-
vastadora que podía llegar a ser mi promesa;
temblaba al pensar que generaciones futuras
me podrían maldecir como el causante de esa
plaga, como el ser cuyo egoísmo no había teni-
do reparos en comprar su propia paz al precio
quizá de la existencia de todo el género huma-
no.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo y me fa-
llaban las fuerzas cuando, al levantar la vista
hacia la ventana, vi el rostro de aquel demonio
a la luz de la luna. Una horrenda mueca le
fruncía los labios, al ver cómo llevaba a cabo la
tarea que él me había impuesto. Sí, me había
seguido en mis viajes, había atravesado bos-
ques, se había escondido en cavernas o refugia-
do en los inmensos brezales deshabitados; y