Page 221 - Frankenstein
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gloriarse de ella, de ver que esta desgracia for-
   talecía su espíritu; pero la ingratitud del turco y
   la pérdida de su amada Safie eran golpes más
   duros e irreparables. Ahora, la llegada de la
   joven árabe le infundía nuevo valor.
     Cuando  se  supo  en  Livorno  que  a  Félix  se  le
   había desposeído de sus bienes y su rango, el
   turco ordenó a su hija que se olvidara de su
   pretendiente y que se dispusiera a volver con él
   a su país. La naturaleza bondadosa de Safie se
   rebeló contra esta orden, e intentó razonar con
   su padre, el cual, negándose a escucharla, reite-
   ró su tiránica orden.
     Pocos días más tarde, el turco entró en la
   habitación de su hija y, atropelladamente, le
   comunicó que tenía razones para creer que su
   presencia en Livorno había sido descubierta y
   que estaba a punto de ser entregado a las auto-
   ridades francesas. En consecuencia había fleta-
   do un navío que, rumbo a Constantinopla, zar-
   paría en pocas horas. Pensaba dejar a su hija al
   cuidado  de  un  criado  fiel,  para  que,  con  más
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