Page 99 - Vuelta al mundo en 80 dias
P. 99
Bueno pensó , ¡me figuraré que estamos en Carnaval!
El primer cuidado de Picaporte, así japonizado, fue el de entrar en una casa de té, de
modesta aparien-cia, y allí almorzó un resto de ave y algunos puñados de arroz, cual
hombre para quien la comida era toda-vía problemática.
Ahora dijo entre sí, después de restaurarse copiosamente se trata de no perder la
cabeza. Ya no tengo el recurso de vender esta vestidura por otra parte que sea todavía más
japonesa. ¡Es necesario, pues, dis-currir el medio de, dejar lo más pronto posible, este país
del Sol, del cual no guardaré más que un lamen-table recuerdo!
Ocurrióle entonces visitar los vapores que estaban dispuestos a salir para América. Contaba
con ofrecer-se en calidad de cocinero o de criado, no pidiendo, por toda retribución, más
que el pasaje y el sustento. Una vez en San Francisco, trataría de salir de apuros. Lo
importante era salvar las cuatro mil setecientas millas del Pacífico que se extienden entre el
Japón y el Nuevo Mundo.
No siendo Picaporte hombre que dejase dormir una idea, se dirigió al puerto de Yokohama;
pero, a medida de que se acercaba a los muelles, su proyecto, que tan sencillo te había
parecido al concebirlo, lo iba considerando impracticable. ¿Por qué habían de nece-sitar
cocinero a bordo de un vapor americano, y qué confianza debía inspirar del modo que iba
ataviado? ¿Qué recomendaciones podía ofrecer? ¿Qué personas podrían ayudarle?
Estando así, reflexionando, cayó su vista sobre un inmenso cartel, que una especie de clown
paseaba por las calles de Yokohama. Ese cartel decía, en inglés, lo siguiente:
Compañía Japonesa Acrobática
HONORABLE WILLIAN
BATULCAR
-------------------
(últimas representaciones)
antes de su salida para los Estados
Unidos de los
NARIGUDOS NARIGUDOS
(bajo la invocación directa
del dios Tingú)