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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
LA JUGADORA
Conseguir el TLC con la
Unión Europea significó una última noche en vela, donde los equipos negociadores trabajaron contra el reloj.
Lo peor estaba por venir, cuando el representante europeo, Pascal Lamy,
se negó a aceptar, como
parte del acuerdo, las 200 millas marinas de Chile.
“O son las 200 millas o
nada”, dijo Soledad Alvear,
con lo que puso en riesgo la firma del acuerdo.
DESENLACE
Lamy no estaba dispuesto
a dejarse dominar por
una ministra del Tercer Mundo.”Imposible, Soledad...” Pero la secretaria de Estado
le hizo que ver cómo Europa perdería una zona donde tenían poca influencia, que luchaba por ganar su democracia.
En ese minuto Lamy aceptó y con un sonrisa dijo: “Siempre hay excepciones a la regla...”.
innovadora, al servicio del mejoramiento de las relaciones humanas. Poco a poco la crítica comenzó a ceder y el camino quedó despejado para alcanzar la meta.
En el plano externo, la tarea no era poca, porque había que crear un sistema que permitiera negociaciones paralelas con Estados Unidos y la Unión Europea.
Hubo que organizar a 19 equipos de trabajo distintos y formarlos en variadas materias, para negociar los 19 capítulos de cada uno de los acuerdos, para lo cual recurrió a personas muy competentes. Entre la tarea a realizar había que establecer normas de resolución de conflicto, aranceles para una gran cantidad de temas distintos a negociar, todo esto acompañado por los mejores abogados expertos en la materia internacional puntual que se estaba abordando y, así, en cada uno de los aspectos, agrícola, industrial, normas medioambientales, por mencionar algunos.
Acuerdo con la UE: Adrenalina a Mil
Con una mezcla de creatividad, tesón y eficiencia formó un Consejo Asesor sólo para los acuerdos de Libre Comercio, integrado por académicos, economistas, expertos en distintas áreas, miembros de las Fuerzas Armadas en los temas de la Defensa, grandes empresarios y hombres de servicio público, muy pluralistas, como lo fueron Alejandro Foxley; Sebastián Piñera; Cristián Larroulet, todos trabajando sin ningún interés económico, sólo por la patria, algo que estableció con claridad Soledad Alvear, no sólo en la Cancillería, sino que antes también en el Ministerio de Justicia.
Si bien las negociaciones con Estados Unidos fueron muy duras, las llevadas a cabo
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