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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
“Es increíble todo lo que se puede hacer con humanidad y voluntad. A mí me impactaban mucho las mujeres presas, el sufrimiento de las mujeres por sus hijos es impresionante; yo pasé varias Navidades con ellas”.
Cuando ya todo estaba hecho, se cumplían los cuatro años del Gobierno de Frei Ruiz-Tagle y comenzaba una nueva campaña presidencial, Ricardo Lagos, como se sabe, la transformó en su generalísima y, en parte, gracias a su duro trabajo ganó la elección. De ahí vino la ardua labor en el Ministerio de Relaciones Exteriores donde realizó un trabajo muy exitoso que la llevó a ser precandidata presidencial de la Concertación en representación de la Democracia Cristiana. Pero esa incursión fue mucho menos lucida que las anteriores, porque debido a las encuestas, que le daban más ventaja a Michelle Bachelet, abandonó pronto la carrera.
“No me arrepiento, pese a que hasta el día de hoy me dicen que no debí retirarme, pero para mí era muy importante demostrar que pese a ser dos mujeres en competencia, podíamos llevar a cabo una campaña limpia. La prensa buscaba permanentemente el enfrentamiento, pero nunca lo encontró. Lo importante es que Bachelet aparecía como la única persona capaz de derrotar a Piñera y eso era lo que en ese momento valía”.
Más tarde ganó un escaño en el Senado por la circunscripción número ocho de Santiago Oriente, logrando la primera mayoría nacional con un 43,6 por ciento de los votos. Su liderazgo le permitió en 2006 ganar las elecciones internas de la Democracia Cristiana, convirtiéndose en la primera mujer presidenta de la colectividad, cargo que desempeñó por dos períodos consecutivos.
En marzo de 2014, tras un período de ocho años como legisladora, dejó la Cámara Alta, luego de que su compañero de lista, Carlos Montes, obtuviera su lugar en las elecciones de 2013.
Esa pérdida, una segunda derrota después de la precandidatura presidencial, más que nada fue una sorpresa, porque en las encuestas se perfilaba como una de las figuras políticas mejor evaluadas. Fue un gran golpe, especialmente para una persona acostumbrada, a esas alturas, a ganar. “Un verdadero shock, pero poco a poco fui sintiendo un tremendo alivio. Tomé vacaciones en mi parcela de Curicó todo el verano; me encanta el campo, tanto como la playa, Maitencillo, donde también vamos con mi familia. Gracias a esa derrota electoral volví a la vida, volví a escuchar los pájaros, a mirar las estrellas, el atardecer, volví a sentirme una persona NN. Hoy día regresar al Senado sería para mí como una pesadilla. Lo que sí hago con mucho agrado es motivar a las personas a que postulen, yo ya hice mi aporte, trabajé siempre con mucha dedicación; estoy feliz de ayudar, pero ya no más en el primer plano”.
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