Page 6 - Farewell

Neraf Melp
Sorbió el último trago y se fue al fregadero de madera. Depositó
la taza cuidadosamente, quedaban dos de las seis que les regalaron

cuando se casaron. Regresó sentándose al lado de ella que
escuchaba callada; se alisó la falda y con voz sosegada:

― Nadie lo niega, tiene razón, son muchos años juntos, usted

fue mi primer y único hombre y lo sabe de primera mano. Yo,
tampoco le he faltado a usted y estas cosas no vienen al caso.
Si quiero cuidar mis nietos, ¿Qué tiene de malo? Son mi sangre

y la suya, estoy obligada a darle la mano si lo necesitan y ¿me
lo quiere impedir? Jamás me ha prohibido nada en todos estos
años. Me visto como quiero, me he bañado con las tetas al aire
en la represa y no a puesto pegas, he ido de vacaciones sola
con los muchachos, al mercado con las cosechas y venderlas

como se me antoje ¿Y ahora me sale con esto? Yo le he parido
tres muchachos porque lo quiero y ha sido mi marido en las
buenas y en las malas. Sabe que tenía pretendientes con capital

y lo elegí a usted porque me llenaba, me hacía reír y me hace

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