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José Manuel Bermúdez Siaba
monumentos. El mercado de abastos; la plaza de
Santa Rosa, antigua plaza de la leña, con un her-
moso crucero que se alza en la misma; la humil-
de, pero bella, plaza del salero, oculta entre una
maraña de robustas construcciones y escondidos
callejones. Es de obligada visita, sin lugar a du-
das, la iglesia de Santa María del campo, en las
lindes superiores de lo que en su día fue el pueblo
amurallado. Precisamente por detrás de la iglesia
parroquial se pueden apreciar los restos de una
buena parte de la muralla que rodeaba la villa.
El placer de recorrer sosegadamente las calles
interiores de la población es también una activi-
dad relajante y enriquecedora. Comenzando en el
Curro da Praza, centro neurálgico del pueblo y
zona de gran atractivo donde se alza el edificio
del ayuntamiento, construido en 1958 en sustitu-
Arco de don Diego
ción del anterior inmueble, se puede comenzar un
recorrido por la calle Real, que nos llevará, entre antiguas y muy bien conserva-
das casas cargadas de historia hasta la plaza del mercado, actualmente remozada.
Es allí donde podemos contemplar la bella arquitectura del edificio del mercado,
uno de los más representativos de la Villa. Antes de continuar por la Axesta, es
recomendable visitar el barrio del Carmen, quizás el más característico de todo
el ayuntamiento. En este lugar se puede visitar la Praza do Viñal, o la capilla del
Carmen, recientemente restaurada.
Ya más reciente, pero no menos atractiva, es la parte norte del pueblo, que
guarda una estética similar a las primeras edificaciones levantadas fuera de lo
que era conocido como La Cerca, dentro de las antiguas murallas que rodeaban
parte de la villa.
Es precisamente en esa zona, germen del
posterior crecimiento de la población, donde
podremos remontarnos con la imaginación a
los tiempos más pretéritos de nuestra histo-
ria. Las casas fuertes, con sus blasones artís-
ticamente tallados en las fachadas, y las calles
empedradas y escalonadas que nos dirigen irre-
mediablemente a la iglesia parroquial, son una
manera muy singular de trasladarse al pasado
si abandonar el presente. Fuente del lagarto. Praza da Pescadería Vella
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