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información sin una mirada crítica y sin la
posibilidad real de generar impacto por
parte del receptor. Éste “narcótico” hace
creer al receptor que está haciendo algo,
pero en realidad está sentado cómodo,
detrás de un ordenador o celular. En
palabra de los autores: “Los receptores se
felicitan por la magnitud de su interés e
información sin advertir que se ha
abstenido de decidir y actuar”. A menos
claro que la sola acción de subir una foto
sea considerada como una participación
activa.

Esta teoría crítica puede aplicarse también

a las redes sociales y la coyuntura actual.
Asimismo, puede enmarcarse dentro del
pensamiento de Umberto Eco que, en
1964, expuso dos corrientes de
pensamiento en relación a los medios de
comunicación: Apocalípticos vs.
Integrados. Los primeros eran aquellos
que veían este nuevo fenómeno (la
industria cultural) como una amenaza de
crisis para la cultura y la democracia.
Según Eco, éstos rechazaban cualquier
modificación de lo existente y dirigían sus
ataques a la cultura de masas, tomando
como referencia a las artes superiores
como patrón cultural. En sus palabras: “Los
apocalípticos sienten nostalgia por una
época en que los valores culturales eran
privilegio de una clase”.

Ahora bien, nobleza obliga, a toda mirada
apocalíptica le llega su visión integrada
correspondiente.