Page 168 - anuario-2021
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Hacer este escrito no es nada fácil, es que ¿cómo voy a poner lo mejor de estos 14
                                                     años  en  casi  media  página  de  Word?  Además,  están  los  agradecimientos  que  no
                                                     pueden faltar –¡jajaja!– . Por esta razón, solo voy a decir un par de cosas que tengo que
                                                     expresar y que voy a leer en 30 años, si Dios quiere.
                                                     Estoy inmensamente agradecido con todo lo que es el colegio San Ignacio, porque
                                                     luego de vivir todos estos años en este excelente lugar, puedo decir que me llevo
                                                     amigos, experiencias inolvidables como las idas trotando al colegio, los ventiladores
                                                     que se caían en medio de una explicación, las risas en todos los almuerzos con los
                                                     cocineros y más experiencias que recordaré con mucho agrado. Después de este
                                                     largo recorrido, solo queda agradecerles a los que me ayudaron a hacer esto posible:
                                                     gracias infinitas a mi papá, mi mamá, mi hermana y Annier, que fueron los que siempre
                                                     estuvieron para mí, para apoyarme. También le doy gracias a todos los profesores que
                                                     me dejaron enseñanzas más allá de las académicas, profes que hicieron de sus clases
                                                     un espacio agradable donde no solo se aprendía, sino que también se pasaba bueno,
                                                     clases como las de John F. (Q.E.P.D), Carlitos, Giselle, Mauro Amézquita y demás profes
                                                     excepcionales. Otros que se merecen mi agradecimiento son todos mis amigos, que
                                                     me apoyaron en todo este proceso. Ellos fueron los que me hacían sentir bien y moti-
                                                     vaban día a día para seguir esforzándome en el colegio. Y no podía dejar a un lado al
                                                     que más me ayudó en este proceso y al que siempre estuvo conmigo: ese es Dios.
                                                     Justo en este momento de la vida es donde uno verdaderamente logra entender que
                                                     todo lo que se hizo, se vivió y se sufrió valió la pena, porque esta fue una etapa increíble
                                                     que lamentablemente no se repetirá; y como dice la frase, uno no sabe lo que tiene
                                                     hasta que lo pierde, uno no valora lo que es verdaderamente el colegio hasta que se ve
                                                     próximo a graduarse. Y, pues bueno…, se terminó esta gran etapa, F.
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