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En los 14 años que pasé por el colegio pude aprender a valorar el esfuerzo
propio, a saber que intentar y ser persistente son la clave para poder estar en
él y en general en la vida; a valorar el trabajo de mis amigos, profesores y por
encima de todos, mis padres que son los responsables de que yo esté donde
estoy ahora, graduándome de una institución que me dejó muchas enseñan-
zas de vida, que logró encontrar un hombre en el niño que entró en el 2007 y
que aunque no sea bueno en matemáticas y siempre pierda los exámenes,
logró encontrar a un ser humano lleno de esperanza y con ganas de lograr
sus objetivos. Gracias a todos los directivos y profesores que ayudaron a este
niño a evolucionar y cambiar en los aspectos que realmente necesitaba y a
mis amigos que me acompañaron cada día durante esta dura, pero entreteni-
da travesía, gracias por cambiarme y por encontrar la mejor parte de mí. Ahora
es el momento de agradecerles a mis amigos: Santiago Vélez, Chiki, Gordis,
Beta, Pato, Sofía López, Gerena, Alejandro López, Agustín, Sara Sierra, Natalia,
Palacio, David, María Clara, Ace, Isaac, Moncho, Sara Arbeláez, Majo Velás-
quez, al Ministro y a Isa Ocampo; amigos y hermanos que me han regalado
estos 14 años. Agradezco a los profesores que me exigieron y me formaron:
Jenny, el Zorro, Carlos Muñoz, LuzMa, Muñe, Henry, Nati Godoy, Josewi, Mauro
Amezquita, Dani Gracia, Diego Gómez y a todos los profes de Baloncesto, no
tengo palabras para agradecerles por mi formación para ser el hombre que
soy. GRACIAS COLEGIO SAN IGNACIO, me cambiaste la vida.