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Es raro escribir esto, realmente hasta hace unos años, nunca había pensado
en la más mínima posibilidad de que el día de hoy estaría fuera de Venezuela,
incluso cuando llegué aquí seguía sin poder creerlo. Comencé a estudiar en el
San Ignacio por casualidad de la vida, y hoy, después de haber llegado sin
saber nada y con mucha ayuda, me estoy graduando, terminando este ciclo
que no fue nada fácil. Para mi suerte, me encontré con personas increíbles,
que hicieron el día a día más hermoso, conseguí amistades con las que
soñaba, con las que me he divertido y he pasado de todo, personas que me
aprecian por quien soy y por lo que quiero ser. Mi relación con las personas
posiblemente no fue la mejor, me hubiera gustado haberme integrado más
con los que no eran tan cercanos a mí, pero, aun así, soy feliz con lo que ya
tengo y estoy seguro de que valió totalmente la pena.
Y ahora la pregunta sería “ahora que me voy, ¿qué ocurrirá?” y sinceramente
no lo sé, pero el mundo es un lugar para explorar y conocer, el futuro que viene
es incierto pero real y estoy preparado para lo que venga, especialmente des-
pués de todo lo que uno llega a vivir en este colegio, que algunos pensarán
que es un lugar cualquiera, pero dentro de este enorme colegio ocurre de
todo...