Page 274 - anuario-2021
P. 274

A quién se le iba a pasar por la cabeza que un día como el viernes 13 de marzo nos iba a llegar ese comuni-
                                                     cado el cual expresaba que, no volveríamos al colegio de manera presencial a causa de la coyuntura; y lo
                                                     peor no sería eso, sino saber el plazo tan grande que esto tendría. Hoy me encuentro realizando este peque-
                                                     ño escrito que intenta resumir catorce años de mi vida llenos de alegrías, tristezas, miedos, estrés en los
                                                     exámenes, fiestas y demás experiencias que han puesto su pieza en la construcción de este camino. Digo
                                                     intentar, porque se me hace muy difícil describir tantas emociones y sentimientos vividos en unas cuantas
                                                     palabras.
                                                     Para empezar, me gustaría darles las gracias a todas esas personas que hicieron parte de este proceso, nada
                                                     fácil la verdad, donde me vieron crecer tanto física como emocionalmente y que estuvieron ahí el día que
                                                     necesité de alguien para levantarme y seguir adelante. Nombrar especialmente a esos amigos incondiciona-
                                                     les, que una o muchas veces dejaron de un lado asuntos importantes por estar conmigo en momentos
                                                     difíciles, y que hoy tranquilamente podría decir que los considero, más que amigos, mis hermanos…  Agus,
                                                     Chamo, David, Gonza, Luisco, Moncho, Tirado, Trujillo, Majo, María A., María José, Sara Lee, Sara S y Sofs, solo
                                                     me queda darles las gracias por siempre estar ahí cuando los necesité. Cómo pasar por alto a esa persona
                                                     que con el tiempo se fue convirtiendo como en un segundo papá, que no solo se ganó un espacio como
                                                     entrenador sino también como un amigo. Julián Mathieu, más que enseñar a jugar Ultimate, busca formar
                                                     personas por y para la vida, que estén dispuestas a darlo todo adentro y fuera de la cancha y que si en algún
                                                     momento, le llega a faltar algo a uno, nunca sea la actitud positiva. Gracias por sacar los entrenamientos de
                                                     Ultimate como una excusa para compartir con nosotros todas tus experiencias, tus chistes malos (que, por
                                                     cierto, no daban risa), los cuales contabas cuando no estábamos en nuestro mejor momento. Por último, la
                                                     paciencia con este loco que se va igual de malo que cuando entró no tiene precio, pero de seguro se va con
                                                     buenos recuerdos. Agradecerles también a docentes como: Godoy, Jenny, La Negra, Muñe y Zorro, que me
                                                     enseñaron a no conformarme con lo mínimo y que todo en la vida requiere de esfuerzo y dedicación.
                                                     Dicen por ahí que siempre se deja lo mejor para lo último; cómo no darle infinitas gracias a mis papás y a mi
                                                     hermano, que siempre estuvieron apoyándome, los que dieron todo para madrugar 10 minutos más y no
                                                     tener que sufrir en el taco del semáforo por llegar tarde, así nunca se lograra. Los que me acompañaron a los
                                                     partidos de Ultimate los domingos así fuera a darle vueltas a la cancha o a tomar tinto, aquellos que cada vez
                                                     que me veían agotado o a punto de tirar la toalla estaban ahí para levantarme con la mejor actitud. Me podría
                                                     quedar un rato largo escribiendo sobre todos esos momentos que hicieron de este proceso algo diferente y
                                                     único, pero todo tiene su final, así como nuestro tiempo como promoción 2020 en el Colegio San Ignacio.
   269   270   271   272   273   274   275   276   277