Page 159 - anuario-1
P. 159
Pensar estas últimas semanas en graduarme ha sido bastante extraño. Aunque
mi mente es consciente de que es mi último año en el colegio, simplemente sigo
sintiendo que el próximo año voy a volver a pasar por los pasillos como todos los
días, saludando desde el pasillo a Muñe que ya está dando la toma de contacto
en el salón; pero este ciclo ha llegado a su final y el momento de emprender
aquello para lo que nos han preparado toda la vida ha empezado, porque, como
nos han narrado nuestros profesores: “muchachos, es que en la universidad…”.
Estos años han estado llenos de cosas, algunas bonitas y otras no tanto, pero
todas quedarán marcadas en mi vida, porque aunque todos los adultos que
conozco me repiten que el colegio fue la mejor época de sus vidas, eso hace que
me pregunte: ¿tan horrible es después de esto?, pero todos sabemos que es
melodrama adolescente y la necesidad adulta de menospreciar su vida actual,
pero realmente yo solo espero nuevas etapas que, como esta, llenas de momen-
tos difíciles, me van a formar más. En este momento solo quedan agradecimien-
tos, al colegio por darme tantas oportunidades para crecer no solo académica
sino personalmente; a todos mis profesores por las enseñanzas inolvidables, el
amor y la paciencia —en especial me gustaría agradecer a Muñe, Albermis, la
Negra y John Ossa, por ser personas que me acompañaron y enseñaron
muchas cosas estos últimos años y siempre estarán presentes en mi vida—; a
mis amigos, desde los de pre-jardín hasta la fecha, por quererme y apoyarme en
todas mis locuras; y a toda la promoción 2020 por haber llenado estos 14 años
de historias inolvidables.