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El bachillerato son los mejores tiempos y los peores tiempos. Cuando entré, no
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                                                     Al principio no le creía y me quería salir, pero el tiempo le dio la razón. A lo largo
                                                     de estos cinco años, he conocido a lo que hoy creo que es mi familia de
                                                     amigos: Agustín, Sofea, Andry y Sofi, gente que, a pesar de mis bobadas,
                                                     estupideces, defectos y malas notas, siempre estuvo ahí, en las buenas y en
                                                     las malas. Muchas  risas, por no decir demasiadas, se convirtieron en mis
                                                     pasatiempos favoritos y me enorgullece que haya sido con ellos y con otras
                                                     personas  que, aunque  no las mencione, siempre irán  conmigo. También
                                                     quiero agradecer a este colegio tan fantástico (aunque, al entrar, pensé que
                                                     iba ser una pesadilla), que se convirtió en una parte de mí que nunca olvidaré
                                                     ya que trajo tanta felicidad a mi vida y me hizo mejorar y cambiar como perso-
                                                     na a bien. Por último, quiero agradecer a las profesoras, Nati G., mi acompa-
                                                     ñante favorita, que me ayudó y enseñó que, a pesar de que todo esté mal, si
                                                     uno se lo propone y empieza de nuevo, todo puede mejorar; a Jenny que me
                                                     enseñó a nunca quejarme, siempre agradecer y que no todo viene solo.
                                                     Solo me queda decir gracias, San Nacho, por dame años inolvidables.
                                                     No lloremos porque terminó, agradezcamos que pasó.
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