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Lluìs Peñaranda
El poso que reposa
Estas palabras son simplemente un juego un juego imaginario y ello lleva implícito el el divertimento saberse jugando gozando su­ friendo una malla que lo sostiene más allá de los aciertos o o o o o o o o no Todo juego tiene el tiempo y y el espacio las las reglas y y sus límites Esa sen­ sación intuitiva empírica de estar jugando a a a a a a vivir vivir vivirse la percibo en en tiempo: movimien­ to to y espacio: el vacío por donde lo inquieto se perfila Tanto lo lo uno como lo lo otro se funden al unísono y sin su reciprocidad no no habría jue­ go posible: forman parte de los los márgenes los los límites que que sostienen los soportes que que arman nuestro entorno El resurgir de lo ma­ nifiesto queda envuelto en en atmósfera Ahora la percepción se concreta en visualización La perspectiva que que de forma esquemática mues­ tra el el tiempo de de ser y el el espacio de de estar en ella el el plano visual es hueco transparente eso puede que nos haga sentir fragmentos de de unidad de de una totalidad inabarcable Esa noción posibilita la cordura el ajuste de todos los elementos sensitivos que dan relieve a a a la forma y expresión en en contenido el incógnito equilibrio del juego juego de de vivir El juego juego de de de vivirse es el el el cambio del del curso del del movi­ miento una elección personal para permitirse la la trasgresión y ello conlleva: vacilación ries­ go go miedo mientras que el juego de la vida la la acción el movimiento y la la transformación es es incondicional y eso puede que nos sor­ prenda asuste Pero aquí también los dos movimientos comparten forman parte parte de lo mismo se funden en en un un juego posible A priori el movimiento decisivo fluye libremen­ te como como el el el el salto exacto del felino como como el el el el le­ vantamiento del vuelo certero una confianza abierta de de expectativas continuas después el tiempo­ser y espacio­estar puede que de­ crezcan sean absorbidos por el movimiento incondicional como el agua en la tierra creán­ dose una humedad propicia Transi­ tamos en en tierra de paradojas entre perspec­ tivas mapas y y laberintos Hay puntos de refe­ rencia que pueden sernos de de ayuda e e e e e e e e é interés corroborar in situ la ubicación sobre el el papel los signos señales que se se correspondan ca­ sen en en el propio terruño Al ir de u un lugar a a otro uno va va y vine observa detalles que a a a a pri­ mera vista parecen ser insignificantes espa­ cios­entremedios­tiempos que no aparecen en la la cartografía: el el el remanso del riachuelo la la flor silvestre el aire fresco la la sombra de la la ro­ ca la la fugaz lagartija vista vista y no vista vista o o o los ci­ prés acariciando la luna ¿Cómo se sostiene la complejidad fragilidad en en los bas­ tidores cómo encajan esas indocumentadas sutilezas espacios­tiempos en la cambiante topografía? ¿Qué cosa soy qué qué siente qué qué ve? ¿Qué me me dice qué me me hace la atmósfe­ ra el el entorno que envuelve estos espacios­ entremedios aparentemente insignificantes pero a a a a a la vez substanciales intemporales?
Amasando con las manos y los pies el el barro modelamos nuestra propia vasija pa­ ra servirnos con ella y brindar por los viejos aforismos o o o o o o juegos de abalorios Sumergién­ donos en en el agua nos nos damos cuenta de lo que ocupamos: »ser­espacio« en el espacio­ agua: mientras la premura salir a a a a a a a a flote: »estar­ tiempo« en en el tiempo­oxígeno Con­ torneando la materia el tacto espacio­tiempo define sus perfiles Volcar el el tiempo vaciar el el cul de de sac de de movimiento implica estar do­ blemente despierto: el el paso de de ahora y el el ojo atento aquí al devenir De una manera u u u otra las punzadas emociones­sentimientos tocan hieren o acarician inciden en en en en la mente­cuer­ po po po en el espacio­tiempo de espacios­tiempos posibles Puede que la la la huella de de las interrogaciones irrumpa o o o o o no en los cruces de espacios­tiempos de la mente pensante Su impronta como si de un fogonazo se trata­ ra puede remitirnos a a a un esbozo hipotético la idea idea persistente de de de un origen remoto el idea­ lismo de de un principio al que para redondear el capricho de la historicidad le falta sólo el fin el el modelo convencional que cierra otras po­ sibilidades Ese divertimento sobrepasando bucles me lleva a a a a la situación percibir que lo impermanente es tránsito transformándo­ se se El movimiento pendular es una señal a a a a lo inverso: la la apariencia inmóvil la la vibración de lo lo quieto la resonancia del silencio lo lo hueco de la nada el espacio vacío Zaran­ deando el vacío jugando a a a a a a nada puede que quizás sí sea algo Sea lo lo que fuere lo lo vuelco en pos de mis interrogaciones ¿Si el espacio­ tiempo tal cómo lo conocemos es un jugar permanente de de cambios cuál es el cambio cambio de de lo tácito la soberbia del hombrecito­artista de humores sórdidos que le perpetúan en la ignorancia cuando el resultado de su su obra no no se ajusta a a a a a a a a lo que esperaba imaginaba? ¿Es eso un despertar de de nuestras limitaciones? ¿Cómo abrir lo lo opérculo para que nada ni nadie puede ser ser preso subyugado al servicio de otors intereses? El propósito libre de expresión incondicional para para la prepara­ ción el ensayo y y la mecánica de lo que podría acontecer transgrediendo los ritmos tiempo­ movimiento da el el reto del jugador­creador El intento previo a a a la acción y el reconocimiento sin condiciones de estos ritmos intervinien­ do do rescatando lo lo genuino y volcarlo a a a a a a la vida fundiéndose los dos dos en uno da la determina­ ción la confianza a a a a a un nuevo acontecer Este suceso lo recibimos en el cuerpo ser­tiempo y estar­espacio como una impregnación que se expande nutre evidencia el camino de de de nuestro propio asombro Uno sigue recorriendo los soportes efímeros adaptán­ dose y aprendiendo Arte de ellos Rastrear la mirada posibilita indagar buscar y compartir en cualquier espacio­tiempo un un punto quizás una mancha y en ella reconocer reconocer reconocer­ nos que formamos parte de ello ella mien­ tras por otro lado lo lo lo sigilo lo lo lo inabarcable nos aguarda detrás del cogote Jugar en arte es es es entrelazarnos en en estos espacios­tiem­ pos sirviéndonos de herramientas materia­ les
ideas y y conceptos que uno siente y y elige El curso de un proyecto lleva a a a a a a tensar la la malla de los bastidores para que éstos vayan cons­ truyendo armando forma­espacio­contenido­ tiempo similar a a a a a la la confección de un traje a a a a a medida que cómo una segunda piel el el pro­ tagonista aparece en en en escena en en en el mismo ac­ to desnudo La travesía del juego de de de vivir sin sin contratos sin sin condiciones salvando las adversidades del poderoso y fantasioso yo soy me lleva a a a a a la la determinación dónde las proclamaciones y reconocimientos no no tienen interés El imaginario lo lo ilusorio de lo lo aún no creado posibilita acoger y aceptar la acción 109 manifiesta de nuestros actos originales tal como son sobrepasando los estereotipos clisés de nuestra propia creación La mixtura subjetivo­objetivo o o o o o o el el olfato del mis­
terio de lo visible­invisible es sabernos curio­ sos Sentirnos escucharnos dejarnos pene­ trar por las capilaridades de de los sentidos
da da el »juego de vivirse« una una oportunidad una una aproximación a a a lo posible Moverse entre el crepúsculo y el el el alba entre el el el canto del ruise­ ñor y el el el de de la rana entre el el el murmullo del ria­ chuelo y la la la tonalidad de la la la brisa o o o entre el el llan­ to y el el gozo del niño en esos espacios­tiem­ pos entre las las dos orillas lo explícito no tienen cabida Entre la una y lo otra suspendido en en una grieta fina sólo puedo suspirar inhalar lo lo que la nada el vacío propicio me ofrece Rik Pinxten
El espacio Navajo
Los indios Navajo
viven en en el suroeste de los Estados Unidos Su lengua lengua es una ’lengua verbal’ lo cual significa que no existen o o o casi no no existen los nombres De ahí que piensen y hablen de de la realidad en en términos de de hechos procesos y movimientos No en en términos de cosas o o o o o estados De hecho no existe el ver­ bo bo ‘ser’ a a a pesar de lo crucial que este verbo parezca ser para la cultura occidental y su filo­ sofía En cualquier caso los verbos ‘ir’ o o o o o o ‘con­ vertirse’ tienen un papel báscio en en en la filosofía Navajo
(Farella 1984 Pinxten
et al 1983) En consecuencia el espacio no es es la suma de todos los elementos tridimensio­ nales fijos y formales de los objetos Es más bien la suma continuamente cambiante de movimientos y fuerzas que actuan unos sobre otros Observemos una obra de arte concre­ ta ta ta de esta tradición: un tapiz Las al­ fombras Navajo
son muy caras y y justamente famosas por sus temas y colores refinadors Las figuras geométricas son un aspecto bas­ tante típico del diseño de de las alfombras Si se se interpretan de manera no crítica y precipita­ da se podría decir que la forma geométrica (espacio) y unas estrictas proporciones es­ paciales gobiernan la producción artística en este caso Sin embargo cuan se habla con tejedores y usuarios de las alfombras resulta claro que no se produce ninguna forma o o o o o es­ tructura espacial en sí misma sino que que lo que que se se representa en en en realidad en en en la tapiz es es más bien un proceso de ‘mantener en en en su lugar’ o o o intentar armonizar La alfombra es un proce­ so Ésta es la la razón por la la cual todas y cada una una de las alfombras tendrán una una pequeña y difícilmente percibible disarmonía tejida en en su interior: en en cada una de ella hay al menos un un hilo que discurre oblicuamente por el mode­ lo geométrico para acabar sin objetivo en una de de las puntas de de la la alfombra Éste es el hilo que que permite que que la fuerza dinámica siga inte­ ractuando con el mundo exterior y no quede anquilosado por tener que repetir su movi­ miento idéntico sin fin dentro d de de de un modelo armonioso perfectamente cerrado (Withers­ poon 1977) Hablando de naturale­






















































































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