Page 35 - Manual Taller
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o  Aplicar planes alternativos: es importante que sepamos distinguir entre
                      reuniones de relevancia y las puramente rutinarias, así, en algunos casos,

                      podremos enviar a estas últimas a alguien en nuestro nombre, de este
                      modo dispondremos de ese tiempo para sacar adelante parte del trabajo

                      que no nos dejará dormir.


                  o  Establecer prioridades es fundamental: temas como calidad, cumplimiento
                      o manejo de inventarios son importantes desde el punto de vista de la

                      organización.

                         El registro de cómo se piensa utilizar el tiempo en el día, en la semana

                  o en el mes debe ser detallado, ya que omitir detalles es tan perjudicial para
                  los objetivos del registro del tiempo, como confiar en la memoria o establecer

                  metas irreales.



                  1.2.  LA  INFLUENCIA  DEL  ENTORNO  LABORAL  Y  DE  LOS  HÁBITOS

                         PERSONALES


                         Tenemos  la  sensación  de  que  nuestros  actos,  especialmente  en  el
                  ámbito del trabajo, están guiados por una determinada lógica, por razones

                  de tipo objetivo y perfectamente explicables. Pero ya se sabe que la mayor
                  parte de las veces los móviles profundos de lo que hacemos son impulsos de

                  carácter  intuitivo  o  emotivo.  De  hecho,  hemos  desarrollado  una  gran
                  habilidad  para  dar  explicaciones  razonables  a  reacciones  compulsivas

                  (perfectamente naturales) en un intento de justificarlas. Todo debe parecer
                  racional, sobre todo si se trata de trabajo. Precisamente lo emotivo es un

                  filtro a través del que nos entra toda la información. El uso de nuestro tiempo
                  también responde a pautas de tipo emotivo e intuitivo. Vamos a considerar

                  una de esas pautas: la trampa de la actividad.

                         Si deseamos recuperar la libertad de acción es necesario hacer valer

                  nuestros  derechos,  ser  asertivos/as.  Manuel  J.  Smith  los  formula  de  la
                  siguiente manera:


                      •  Ser el/la único/a juez/a de nuestro propio comportamiento, nuestros
                         pensamientos y emociones.




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