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¡La música nos hace más inteligentes y sociales!
Estudios recientes demuestran que aprender música hace realmente más inteligentes a los estu-
diantes.
Un educador musical se propuso desmontar el mito de que la música hace que los niños sean más
inteligentes, pero sus propios descubrimientos se volvieron contra él.
Martin J. Bergee, de la Universidad de Kansas, estudió a mil estudiantes de edades intermedias
para ver si había algún vínculo entre la educación musical y un aumento en su rendimiento en
otras disciplinas como matemáticas o lectura. Bergee creía que si corregía sus resultados por in-
fluencias demográficas y ambientales como la raza, los ingresos familiares y la educación, el tan
aireado vínculo entre la música y el rendimiento académico en general se evaporaría.
Después de controlar minuciosamente los factores demográficos, Bergee y su coautor Kevin M.
Weingarten se sorprendieron al descubrir que aprender música parecía convertir a los estudian-
tes en mejores matemáticos y lectores. Sus hallazgos han sido publicados en el “Journal of Re-
search in Music Education”.
“Ha existido la noción durante mucho tiempo –dijo Bergee– de que no solo estas áreas están
relacionadas, sino que hay una relación de causa-efecto, es decir, que cuando se mejora en un
área, de por sí se mejora en otra. Cuanta más música se estudia, mejor se va a ir en matemáticas
o lectura. Esto siempre me ha parecido sospechoso”.
“Siempre he creído que la relación es de correlación y no causal. Me propuse demostrar que ¡NUEVOS PÓSTERS!
probablemente hay una serie de variables de antecedentes que influyen en el rendimiento en
cualquier área académica, en particular cosas como el nivel educativo de la familia, dónde vive el
estudiante, si es blanco o no es blanco, etc.”
“Mi intención era demostrar que estas relaciones son probablemente falsas, lo que significa que
la influencia de los antecedentes y el entorno es su determinante principal, y que una vez contro-
ladas esas influencias externas, como la demografía, etc., la relación esencialmente desaparece.
El vínculo entre la educación musical y un mejor rendimiento académico en general ha sido cues-
tionado recientemente por investigaciones que comparan los resultados de un gran número de
estudios publicados. La ventaja académica que proporciona la música es menos evidente cuando
los estudiantes se asignan al azar a grupos que aprenden música y a otros que aprenden otra
actividad como danza o deporte”.
Bergee no dice que la música sea un pasaporte mágico para tener una mente mejor, pero sí que
podría desarrollar procesos de aprendizaje generalizables. “Basándonos en los hallazgos, lo que
intentamos destacar es que podría haber, y probablemente haya, procesos de aprendizaje gene-
rales que subyacen a todos los logros académicos, sin importar cuál sea el área”, dijo Bergee.
“Rendimiento musical, rendimiento matemático, rendimiento en lectura: probablemente hay más
procesos mentales generalizados que se aplican a cualquiera de esas áreas”.
Según la investigadora y educadora musical Anita Collins, la investigación de Bergee es un inten-
to particularmente exhaustivo de disociar los efectos de la educación musical de factores socia-
les y demográficos más amplios. “En educación, hay que controlar muchos factores. No hay nada
definido ni debe haberlo. Estamos desarrollando seres humanos. Los seres humanos son de las
cosas más complejas de este planeta”.
Collins ve el estudio de Bergee como un respaldo a un enfoque integral de la educación. “[La edu-
cación musical] Debería contemplarse como una parte vital de una visión más amplia de la educa-
ción donde será de gran ayuda tener muchas experiencias diferentes Se trata de la educación del
niño en su totalidad. Y la música, según se deduce de esta investigación, parece ser parte de ella”.