Page 19 - Info Magazine nr 16 february 2021_ES
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Música en la mente
¿Sabías que la música contribuye al crecimiento intelectual? Numerosos
estudios han
demostrado que la comprensión del lenguaje musical puede beneficiar el
desarrollo mental global de los niños. La música aumenta la capacidad
de memoria, puede reducir el estrés e incluso ser una ayuda de cara a
los exámenes. Las cifras muestran que quienes estudian música tienen
muchas más probabilidades de obtener mejores notas en el colegio.
Buena para las matemáticas
Las notas musicales pueden no parecerse a las ecuaciones matemáti-
cas, pero hay una conexión. Está demostrado que leer música ayuda a
entender y resolver problemas matemáticos. “Cuando los niños apren-
den ritmo, están aprendiendo relaciones, fracciones y proporciones”,
afirmó el profesor Gordon Shaw de la Universidad de California. La mú-
¡NUEVOS PÓSTERS!
sica puede establecer conexiones en el cerebro de los niños para un
mejor entendimiento de las matemáticas.
Lenguaje universal
Existe una vinculación entre leer música y el próximo capítulo de un
libro. Aprender y tocar música requiere una comprensión constante.
Los niños y los adolescentes necesitan identificar cada nota y re-
conocer su tono, saber cuánto tiempo mantenerla, qué dedo utilizar
para tocarla y con qué volumen ha de sonar. ¿Debe ser la nota corta y
nítida o tener una transición suave? Leer música puede aportar sen-
sibilidad para entender la literatura.
Todos compartiendo el mismo objetivo
Una de las satisfacciones de aprender música es la posibilidad de estar
en una banda. Esto puede potenciar la capacidad de trabajo en equipo
con cada ensayo y cada sesión de práctica. El trabajo con un objetivo
único ayuda a mejorar las habilidades sociales. “Los niños que participan
activamente en la música desarrollan mayores niveles de cohesión soci-
al”, comenta la doctora Alexandra Lamont, catedrática de Psicología de la
Música en la Universidad de Keele.
Exprésate
La música es cuestión de expresión creativa y coordinación. Tocar una
pieza de música que realmente les emociona, o crear su propio arreglo,
permite a los niños la libertad de expresarse. Tiene el poder de aumentar
la confianza y liberar sentimientos complejos. Que encuentren su propio
género musical o que escriban sus propias partituras originales es un
gran cauce para que los adolescentes hallen su lugar en el mundo.