Page 242 - Donde termina el arco iris
P. 242

CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris
               Cuando  estuvo   en   casa   hace  unos   meses   tenía   la  impresión   de   estar   hablando
               contigo. Disfruta de las vacaciones con Ruby. A mí me vendrá muy bien pasar unos
               días seguidos con mamá.



                     De: Alex
                     Para: Katie
                     Asunto: Fiesta sorpresa
                     No  sé  en qué parte del mundo estás ahora mismo, pero espero que sigas
               consultando tu correo electrónico de vez en cuando. Puesto que tu madre cumplirá
               cuarenta el mes que viene y tú veintiuno, se me ha ocurrido que sería buena idea
               montar una fiesta para celebrar ambos cumpleaños. Pero creo que estaría bien que
               volaras a Dublín en secreto y que le diéramos la sorpresa de la fiesta. ¿Cómo lo ves?
                     Puedes invitar a todos tus amigos y también tendremos que avisar a todos los
               de Rosie. ¿Quizá podamos contar con Ruby para que nos eche una mano? Creo que
               le encantaría.
                     Dime si te parece buena idea.



               ROSIE: Cumplo cuarenta dentro de pocos días, Ruby. Cuarenta. 40.
               RUBY: ¿Y qué?
               ROSIE: Que seré vieja.
               RUBY: ¿Y entonces qué soy yo, anciana?
               ROSIE: Perdona, ya sabes a qué me refiero. No tenemos precisamente veinte años, ¿o
                       sí?
               RUBY:  No,   gracias   a   Dios,   porque   entonces   tendría   que   volver   a   pasar   por   un
                       matrimonio de mierda y un divorcio otra vez. Tendr íamos que salir a buscar
                       trabajo,   nos   sentiríamos   inseguras   con   nuestras   vidas   y   estaríamos
                       preocupadas por los chicos, nuestro aspecto, el coche que conducimos, la
                       música que escuchamos, lo que nos ponemos, si vamos o no a tal o cual club,
                       bla,  bla,  bla.  ¿Qué  tiene  de  bueno   ser   veinteañera?  Yo   la  llamo   la   edad
                       materialista. La edad en que pierdes el tiempo con sandeces. Luego te caen los
                       treinta encima y pasas la siguiente década tratando de compensar la de los
                       veinte. Pero ¿los cuarenta? Esos años son para disfrutarlos.
               ROSIE: Hmmm, no está mal visto. ¿Para qué son los cincuenta?
               RUBY: Para enmendar lo que fastidiaste en los cuarenta.
               ROSIE: Fantástico. Me muero de ganas.
               RUBY:  No te preocupes, Rosie. No tienes que hacer muchos aspavientos porque la
                       tierra haya dado la vuelta al sol una vez más. A estas alturas, tendríamos que
                       darlo por supuesto. Dime, ¿qué te gustaría hacer para celebrar tus cuarenta?
               ROSIE: Nada.
               RUBY:  Buen plan. ¿Por qué no vamos al pub de mi calle el viernes a tomar unas
                       cuantas copas de más?
               ROSIE: Me parece perfecto.
               RUBY: Espera, espera un momento. Esa noche también es el cumpleaños del hermano
                       de Teddy y nos reúne a todos en el Hotel Berkeley Court.
               ROSIE: ¡Oh, qué elegante! ¡Adoro ese hotel!
               RUBY: Ya lo sé, me parece que vuelve a estar metido en un chanchullo. Francamente,
                       se diría que tendría que saber que la policía lo estará vigilando si acaba de
                       salir de prisión. Hay personas que no aprenden nunca.
               ROSIE: No pasa nada. ¿Quieres que lo pasemos al sábado por la noche?
               RUBY: ¡No! ¿Por qué no me recoges en el hotel y nos vamos juntas al pub?





                                                                                                    - 242 -
   237   238   239   240   241   242   243   244   245   246   247