Page 243 - Donde termina el arco iris
P. 243

CECELIA AHERN                                                             Donde termina el Arco Iris
               ROSIE:  Vale, pero no quiero quedarme de charla toda la noche con el hermano de
                       Teddy. La última vez que lo vi, intentó meterme mano.
               RUBY:  Sólo hacía unos días que había salido de la cárcel, Rosie; hazte una idea de
                       cómo estaría.
               ROSIE: Dejémoslo, ¿A qué hora quieres que vaya a buscarte?
               RUBY: A las ocho.
               ROSIE: ¡¿Estás de guasa?! ¿A qué hora empieza el sarao?
               RUBY: A las siete y media.
               ROSIE: ¡Ruby! ¡Tendrás que quedarte un rato más! ¿Cómo quieres que me presente al
                       cabo de media hora para llevarte conmigo a otra parte? ¡Pensarán que soy una
                       ordinaria! Llegaré a las nueve y media. Al menos así tendrás un par de horas.
               RUBY: ¡No! ¡Tienes que llegar a las ocho!
               ROSIE: ¿Por qué?
               RUBY:  Pues porque resulta que la fiesta es en la  suite  del ático del Hotel Berkeley
                       Court.
               ROSIE: Oh, Dios mío, ¿por qué no me lo habías dicho? Estaré allí a las siete y media.
               RUBY: ¡No! A esa hora no puedes.
               ROSIE: ¿Qué te pasa? ¿Por qué no puedo?
               RUBY: Porque no estás invitada y pensarán que eres una caradura  si apareces así, por
                       las buenas. Si vienes a las ocho podrás echar un vistazo a la  suite antes de que
                       nos marchemos.
               ROSIE:  Pero me apetece pasar un buen rato en esa  suite.  ¿Tienes idea de lo que
                       significaría para mí?
               RUBY: Sí, claro..., pero, sintiéndolo mucho, no puede ser. Además, en cuanto conozcas
                       al resto de la familia de Teddy querrás salir por piernas.
               ROSIE:  Vale, pero espero que sepas que me estás partiendo el corazón. Y no me
                       importa lo que digas, cualquier cosa del baño que no esté clavada a la pared
                       irá a parar a mi bolso. ¡De hecho, creo que voy a llevarme la cámara!
               RUBY: Rosie, es una fiesta de cumpleaños. Seguro que habrá un montón de gente con
                       cámaras.
               ROSIE: Sí, ya, pero así también sacaré algunas fotos para Katie. Le encantará ver el
                       sitio. Confiaba en que pudiera venir, pero al final no ha podido. Cumple
                       veintiuno dentro de pocas semanas y me hubiese gustado que celebráramos
                       juntas los dos cumpleaños, pero por desgracia no será así. Mamá vuelve a irse
                       unos días a casa de Stephanie, así que tampoco estará. Me fastidió un poco al
                       principio, pero últimamente ha estado tan enferma que no quise armar un
                       escándalo. Me alegra que se vea con ánimos de viajar, es buena señal.
                       O sea, que volveremos a estar solas tú y yo. ¡Pero al menos este año podré
                       espiar a hurtadillas la suite del ático! Robaré unas cuantas ideas para cuando
                       tenga mi hotel. ¡Qué gusto!
               RUBY:  Me muero por ver la cara que pondrás, Rosie. Te espero a las ocho en la
                       habitación 440.



                                                     Suite del ático
                                                           440
                                                  ¡SORPRESA, ROSIE!
                                      ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ROSIE Y KATIE!!



                     Felices cuarenta, Rosie.
                     Pasé un fin de semana maravilloso con tu fiesta. Conseguimos sorprenderte,





                                                                                                    - 243 -
   238   239   240   241   242   243   244   245   246   247   248