Page 338 - Luna de Plutón
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nada en pie, sino que también marchitaron los sembradíos. Sin embargo, la capacidad
regenerativa del agua de Titán es aún más poderosa, y todo ha vuelto a florecer, yo
diría que mejor que antes.
El Pegaso no ha vuelto a volar más desde AQUEL entonces y La Anubis tampoco.
Creo que están diseñando una nueva nave espacial y los ogros también. Ya han hecho
numerosas apuestas sobre cuál será mejor que la otra. Panék sigue siendo el Shah, sin
embargo, ha cambiado muchísimo, me recuerda al yin-yan, solo que ahora la parte
blanca es más grande. Parece querer aún más a sus hijos y también sonríe muchas
veces; tanto, que ya me he acostumbrado a ello, aunque confieso que la primera vez
que lo vi quedé perplejo.
Degauss ha desaparecido, ha emprendido un viaje por el Sistema Solar, de
duración indefinida, según sé, para conocer más cosas, y nadie sabe cuándo volverá.
Los niños han crecido muchísimo, pero el que más me impresiona es Hathor, ya es
más alto que Tepemkau (quien por fin logró quitarse esa maña de hablar en tercera
persona). Hablando de Hathor, sus cabellos se están tornando blancos, como los de
Amén. Siempre juega limpio en todas las competencias, aunque de vez en cuando
ejercita sus poderes, que también se han incrementado. Según DIO (que lo persigue a
todos lados) van a ser mucho más grandes que los de su padre. Por cierto, Hathor se
las ha arreglado para perderlo de vista por varias horas. A veces me siento tentado a
pedirle a DIO que me muestre el registro que ha archivado a lo largo de la historia
sobre los leones, pero por alguna extraña razón, siempre que lo voy a hacer, me
desanimo y no lo hago.
Eso me recuerda a Hermoso y Precioso, que no solo han seguido trabajando muy
duro en todo lo que se proponen, sino que ahora hablan como personas normales. Me
enteré que ahora su pasión es ser maestros universitarios y que dentro de tres días será
su ceremonia de graduación, cosa que es todo un logro para solo un año de trabajo
¡vaya! Ahora soy yo el que siente que se está quedando atrás. Pisis me ha redactado
varias cartas que he enviado a mis antiguos amigos del Circo Jumbo Jumbo; hasta
ahora, el matemático y la napia velluda me han contestado. Me alegra saber que siguen
bien.
Cuando recuerdo el Circo Jumbo Jumbo, cuando recuerdo mi jaula, cuando
recuerdo el tren aéreo, la Estación Espacial de Plutón, recuerdo a Claudia. No quiero
hacerlo con tristeza, pero a veces no puedo evitarlo… Cuando me olvido de todo lo
malo, y decido dejar que mi memoria corra libre, me río yo solo, acordándome de
todas las anécdotas, todas las vivencias que tuvimos, y entonces vuelvo a sentir que
de algún modo ella vive, otra vez.