Page 21 - La introduccion de la Segunda Venida de Cristo a Su Iglesia.indb
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La Segunda Venida de CriSto 15
“Cuando el Sr. Billy Graham, quien salió de la Isla recientemente…”, y dijo: “tuvimos una
reunión gloriosa”. Dijo: “Pero Billy Graham sólo nos trajo el mismo Evangelio que siempre
hemos escuchado”. Dijo: “Entonces tuvimos el honor de tener al Sr. Roberts en la Isla (dijo);
y el Sr. Roberts nos dio una gran reunión de tres días; pero (dijo) los gastos fueron muy altos
en el hotel (dijo): dejó treinta y cinco mil dólares, por tres noches, en gastos de hotel”. Él dijo:
“Entonces el Sr. Osborn estaba aquí, quien era un gran siervo de Cristo; pero (dijo) cuando el
Sr. Osborn se fue, hubo una decepción (dijo): parecía que todo se había ido”.
30 “Pero (dijo) notamos en esta reunión que realmente no había casi nadie en la plataforma
para que el hermano Branham orara por ellos. Pero (dijo) después de que los servicios
terminaban, recogíamos camiones llenos de sillas viejas y bastones y todo, de la audiencia”. Él
dijo: “No fue un hombre esta vez: Dios vino a nosotros”, dijo.
31 Yo dije: “No esperen mis oraciones; pero sí sus oraciones allá afuera; impongan sus manos
entre ustedes”. Y traían tal vez una docena o dos en la plataforma; y cuando el discernimiento
bajaba, la gente simplemente gritaba. Nos quedamos en un hotel de cuarta clase, y nosotros
mismos pagamos todos nuestros gastos y manutención.
32 Ustedes mismos ayudaron a hacer eso, con sus diezmos que me enviaron. Eso es lo que
hizo. Y quiero que sepan que de todo eso ustedes tienen una parte. Y en el gran día glorioso
que viene, Dios les recompensará eso. Vean, ustedes no tuvieron…
33 Si la persona misma va y realiza algo, entonces… Ustedes vean, cuando esa persona se va,
ellos piensan: “Una gran decepción, Dios nos dejó”. Dios no te deja. Él está contigo siempre.
Vean, es usted tanto como algún otro, como cualquiera. Dios puede usar a una persona para un
cierto ministerio, pero eso no significa que esa persona tiene la opción sobre Dios. Es tu propia
fe en Dios.
34 Y salían allí en pequeñas y viejas carretas con ruedas que usaban, como ruedas de
cochecito de bebé, y ponían una tabla, y colocaban a la gente sobre ella y los llevaban. Y
después de que el servicio terminaba, todo el hipódromo se despejaba; ellos simplemente iban
con carretas y recogían pequeños carros viejos y grandes sillas viejas, y bastones y catres y
camas, justo allí donde ellos simplemente se alejaban y los dejaban, porque la presencia del
Señor estaba allí. Eso es lo que queremos ver. El hombre está fuera del cuadro entonces, Dios
se está moviendo.
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(…) “Y como fue en los días de Sodoma, así será en la Venida del Hijo del Hombre”. De
los millares de millares, tres fueron salvos.
87 Entonces usted me diría: “Predicador, entonces ¿qué de todos los millares que van a venir
con Él?”. Ahora, hermano, eso fue lo que se formó a través de muchas generaciones.
88 Yo estaré sorprendido si sale una docena de esta generación. “Estrecha es la puerta, y
angosto es el camino, y pocos son los que la hallan”.
(…) 100 Usted dice: “¿Predicador, usted quiere decirme que usted duda que habrá una
docena de estos millones y cuatro billones de gente que hay en el mundo?”. Yo dudo que va
a haber una docena que subirá en el Rapto. ¡Piénselo! Yo les estoy diciendo lo que Jesús dijo
aquí en el Evangelio.