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de su defendida. Ya se imaginarán mi cara, así como la del acusado. ALEGRÍAS Y PESARES
Me correspondió hablar y fue más o menos así:
– Doctor cuéntenos sobre la atención de la señora ¿qué sucedió? Al mencionar que soy doctora siempre me preguntan sobre las difi-
– Señor Juez, ¡esto sucedió…etc, etc, etc! la señora no dice la verdad. cultades que se presentan al estudiar esta profesión; es recurrente, por lo
que siempre contesto que resulta cansado, por la cantidad de cosas que
– Doctor su versión y la de la señora no son iguales, sobre todo la hay que aprender pero que conlleva el reto implícito de ser fuerte emo-
evidencia. Las fotos! cionalmente para afrontar todo lo que implica este tipo de elección, por
– Señor Juez esta es la evidencia. Saqué mi celular y mostré las ver- las cosas que presenta día a día en todo momento.
daderas fotos. En los años de estudiante, después de toda la teoría, el iniciar las prác-
No conté este detalle al inicio del relato para que no pierda impacto el ticas hospitalarias representó un emocionante reto, para poner en práctica
momento del juicio. Resulta que las tomé esa noche, recordando un sabio todo lo aprendido, además de utilizar el uniforme médico, lo cual implica
consejo de medicina legal recibido de un experto profesor en tiempo uni- enorme poder y responsabilidad. Mi primer estetoscopio fue mi estan-
versitario, quien siempre me recalcó: “Todo lo que sea posible registrar darte, recipiente de toda la buena energía del momento, además de in-
como evidencia, hazlo en fotos y lo que más puedas”. Tenía toda la agotable fuente de motivación constante para seguir adelante. ¿Por qué?
razón. Porque me correspondería el área de terapia intensiva como lugar para
dicho proceso, en un muy importante hospital capitalino. Delicadeza y
Como consecuencia, el panorama de la chica cambió de un momento cuidado serían las claves cotidianas.
a otro. Se llama perjurio al acto de mentir bajo juramento, y peor aún, con
fotos que pretendían mostrar el daño provocado, que ella misma se había En la rotación me acompañaban dos chicas más, con quienes logré
realizado utilizando sus uñas, teniendo una horrible herida como conse- una excelente relación, además de que aprendíamos juntas varias cosas,
cuencia, con el único fin de que encarcelen al hombre; o, en su defecto, por ejemplo, cómo escribir una historia clínica, la manera de examinar
pedirle una cuantiosa suma de dinero para llegar a un acuerdo. Después a los pacientes y conocer sobre las patologías que presentaban. En ese
se demostró que este era su objetivo. tiempo llegó una niña diagnosticada con Leucemia y Neumonía; ingresó
muy enferma y con el tratamiento realizado mostró mejoría algunos días,
Fue la primera vez que confronté una situación así, y ante la ley. Vale tiempo en el que además nos encariñamos con ella; sin embargo, no fue
mencionar que el señor admitió que le dio una palmada en el pecho a la posible sostener dicha condición y el deterioro se presentó, iniciando ese
chica y, por lo tanto, las cosas fueron mejor para él. La buena imagen camino que nadie quiere recorrer y para el que tampoco existe prepara-
que tuve de la chica desapareció, volviéndome menos confiado y más ción alguna.
prudente.
Un día de ellos, mientras las tres revisábamos una historia clínica,
Desde allí, siempre tomo fotos en la atención de pacientes, más aún, la situación se puso peor, ya que el desgarrador llanto de la madre de la
las que tienen que ver con agresiones físicas. Veo a compañeros no ha- niña llenó todo el lugar, y a nosotras también. Había tomado la decisión,
cerlo, dicen que no hace falta; al final, no se sabe cuándo estas pruebas junto a otros familiares, de que se le retire el respirador artificial a su hija,
pueden ser objeto de salvación propia o de alguien más, injustamente puesto que ella ya había sufrido demasiado y no querían alargar más el
señalado. dolor que la paciente estaba viviendo. Tremendo e inolvidable cuadro,
“Los consejos en medicina, y en la vida, siempre te forman y harán mientras se mezclaban el llanto y la impotencia con las alarmas de los
que tu vida profesional sea mucho mejor a nivel individual y colectivo” monitores que se aceleraban ante la ausencia de respiración. De pronto,
me dijeron. Lo ratifico y sentencio. ese sonido apareció; sí, aquel plano y ensordecedor, al mismo tiempo,
que indica la ausencia de ritmo cardiaco, dentro del aplastante silencio y
vacío que lo acompaña.
Autor: Md. Rodrigo Ruiz Flores
Todos estábamos inmóviles, parecíamos estatuas, hasta que el médico
apagó aquel equipo. Reaccioné ante el evento del que acababa de ser
testigo, que pasó frente a mí como una película a toda velocidad, apenas
suspirando al ver a la señora destruida por su pérdida. Al llegar a casa,
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