Page 11 - Edición N°103 - Abril 2020 Revista Vía Los Ángeles
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                      TEJER PARA EL ALMA
       Su incursión en el telar comenzó cuando en uno de sus
       recorridos por Chile, al interior de Osorno, conoció a una
       comunidad  huilliche,  donde  se  maravilló  y  de  manera
       autodidacta aprendió el arte de este tipo de tejido.
       Su fuerte admiración hacia los pueblos originarios, además,
       lo  llevaron  junto  a  su  mujer  a  postular  a  trabajos  que
       estuvieran ubicados en o cercano a zonas indígenas, razón
       por la que llega a Santa Bárbara en 1985, época en que se
       decide a estudiar en profundidad el tejido a telar, logrando
       dominar todo el proceso, desde la esquila hasta el producto
       textil terminado, artesanal y también industrial.
       Metódico  y  aplicado,  por  muchos  años  viajó  al  Museo
       Chileno de Arte Precolombino donde pudo analizar técnicas
       y  restauraciones  textiles,  conocimientos  que  lo  abrieron
       al  mundo  de  la  docencia,  comenzando,  en  la  década  de   apoderadas,  dueñas  de  casa,  profesoras,  jubiladas,  es
       los ochenta, a dictar un taller de artesanía para alumnos   un  amplio  espectro  de  personas  unidas  por  esta  afición;
       de educación media del Liceo Instituto Valle del Sol en la   ellas le pusieron ‘Telar y Encuentro’ porque la instancia de
       comuna de Quilaco, a través de un programa especial para   reunirnos a tejer involucra también conocerse, compartir y
       la vida rural.                                          generar lazos”.
       Ese hito, le hizo descubrir que tenía vocación para educar   A la vez, en el mismo periodo, el Liceo Bicentenario de Los
       y lo motivó a estudiar pedagogía en matemáticas porque   Ángeles lo invitó a realizar talleres porque quería dar una
       consideró que podía unir dos pasiones. “Las matemáticas   orientación más artística a la jornada escolar completa en
       modelan al mundo, y el telar las contiene, ambas actividades   las horas de libre disposición. Hoy los estudiantes pueden
       me gustan, por eso no dejo ninguna, la primera es mi fuente   elegir  entre  bordado  en  punto  cruz,  puntos  de  tapicería,
       laboral y la otra me llena el alma, me alimento de ella, me   puntos  de  cañamazo,  macramé  o  telar  mapuche.  Para
       energiza, me mantiene vivo” enfatiza Quintín Mardones.  Mardones, esto ha sido estimulante, ya que siente que los
       Y pese a que el mencionado Liceo cambió su programa y pasó   alumnos disfrutan realizando sus trabajos, los que califica
       a ser científico- humanista, eximiendo la artesanía del plan   como “perfectos” y les permite salir del aprendizaje formal.
       de estudios, continuó allí dictando clases de matemática y   “Voy feliz a las clases, me levanto motivado a las 6 de la
       física; sin embargo, surgió en este profesor la idea de abrir   mañana los días en que tengo Taller. Ha sido una bonita
       el Colegio a la comunidad y compartir sus conocimientos   experiencia, siempre me ha gustado trabajar con jóvenes”.
       artísticos ya que a su juicio “las escuelas deberían ser el   Con  una  paciencia  infinita,  Quintín  va  hilando  en  telares
       motor  de  desarrollo  y  de  encuentro  de  las  comunidades,   de  4,  6  y  8  pedales,  sus  trabajos  van  desde  elementos
       las escuelas le dan vida a los villorrios y sectores rurales   decorativos  a  vestuario;  algunas  de  sus  mantas,  cuenta,
                   ¿por  qué  no  darle  vida  a  las  aulas  cuando   fueron obsequiadas por las autoridades de Santa Bárbara
                                             después   de      a al menos tres Presidentes de la República, que en visitas
                                              las cinco de la   oficiales estuvieron en la comuna.
                                              tarde quedan     Poner en valor el mundo indígena, a través del patrimonio
                                            vacías?”.          textil mapuche y de otras culturas precolombinas, es una
                                           Su perseverancia    de las motivaciones que este profesor y artesano destaca.
                                      rindió frutos y hace     “Me interesa que no se pierda esta expresión artística, que
                                      poco más de cuatro       se mantenga el conocimiento y su valoración; es algo muy
                                      años logró formar un     nuestro”. Asimismo, Quintín confiesa que a través de esta
                                      Taller donde participan   labor, en parte homenajea la memoria de su padre y los
                                      mujeres  de  Quilaco  y   textiles de Tomé, la ciudad que no olvida y que está presente
                                       alrededores,  con  las   en su ADN.
                                       que trabajan diversas   Ser un hombre que teje a telar no es algo muy común en una
                                       técnicas  textiles.  Al   sociedad marcada por el machismo y que tradicionalmente
                                       respecto,  el  docente   veía  esta  función  realizada  por  mujeres.  “En  un  principio
                                        se refiere con cariño:   me encontraban raro, pero yo soy de agujas, lanas, bordo
                                        “Es un grupo muy       y tejo; como dice una canción ‘mis manos son lo único que
                                        lindo,   compuesto     tengo’ me permitieron trabajar, formar una familia, que es
                                        por alrededor de       mi centro; a la artesanía le debo todo” reflexiona, mientras
                                    17   señoras,   algunas    observa sus creaciones esbozando una sonrisa.



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