Page 79 - C:\Users\rober\OneDrive\Documentos\Flip PDF Corporate Edition\Por el amor de Mariana\
P. 79
De pronto tuve un sentimiento de admiración
y regocijo. Allí, en ese lugar alejado de los centros
urbanos, hallé un colega que sabía vestirse mejor
que yo. Por un momento me olvidé de él y mi
atención se dirigió a otro lugar donde se inició una
feroz discusión y observaba todo desde un sitio
neutral mientras trataba de hallar a mi compañero.
Recorrí con la mirada y me detuve en el centro de
la discordia, al verlo discutir acaloradamente y,
aunque no podía oír lo que decía, sé que estaba
muy alterado, por la manera que movía sus brazos.
A su lado un muchacho
escuálido extrajo de entre sus ropas un gran
revolver y apuntó a mi amigo sin que el se
percatara del peligro. Al verlo corrí hacia ellos
gritando su nombre, pero en medio del desorden
no me oyó. Unos metros antes de llegar oí el
estampido y Máximo, herido de muerte, cayó hacia
atrás con un agujero en el pecho y una mueca de
sorpresa. Luego, sin mediar palabra, el asesino
giró hacia mí y volvió a tirar del gatillo; la pesada
bala me dio de lleno en el estómago y me doblo a
la mitad, haciéndome caer de rodillas. Todo pareció
silenciarse por unos instantes. La escena pareció
congelarse por unos brevísimos instantes, pero
luego vi que corrían despavoridos en todas
direcciones.
79