Page 45 - Biografia

Jorge Humberto Barahona González

En vista de esto, hable con mis compañeros y ellos me nombraron su representante
para solucionar nuestras medias nueves en los recreos, hable con el vendedor de ga-
seosas (Coca-Cola obviamente), e hice la carta de solicitud para una caseta en lamina
e higiénicamente bien presentada. Al mes, como a las 10 de la mañana, me mandaron
llamar a rectoría, el rector (un doctor Sánchez) muy amargado, me dijo: “Señor Baraho-
na, como es posible que a usted le manden una caseta de Coca-Cola para ser instalada
como cooperativa, para las jornadas de la mañana y de la tarde, sin mi autorización...?”

Yo no le vi nada de malo, llamaron a mis padres, me sancionaron dos días, pero la
caseta se quedo. Durante ese 1968 la pase del carajo, porque todas las actividades del
colegio, a pesar de la bronca que tenia con el rector, las organizaba con los profesores
y padres de familia. Y saben que fue lo bueno...?, que mis padres me apoyaron en la
gestión del kiosco

1970 - 1972: la situación en el “ADEPAF” se había vuelto “jarta”, entonces el doctor
Sánchez (rector del colegio), llamo a mis padres y les dijo:”Su hijo es buen estudiante,
decente, pero es muy revoltoso, lo mejor es que lo cambien de colegio, yo les aconsejo
que hablen con el doctor Roberto Solorza (rector del colegio San Agustín), que queda
aquí a la vuelta, es un poco caro, porque es mas grande que este, pero nos hacemos
un favor todos y dormimos tranquilos.”

Ya es hora de comerciales no creen...? Que tal unos huesos de marrano con yuca
y ensalada de aguacate y de sobremesa un refajo...? (Colombiana-cerveza-un aguar-
diente) Ahh...! Que ricooo...! Bueno, ahora si continuemos...

Por fin en 1970, me gradué como bachiller comercial, una modalidad que se ha-
bía inventado el doctor Solorza (dueño y rector del colegio), para sacar mas plata;
imagínense ustedes que había llegado a los 18 años, el grupo donde me toco fue del
carajo, porque eramos muchachos, futuros bachilleres, que no comíamos entero, cues-
tionábamos mucho a nuestros profesores, para que nuestras clases fueran de calidad;
llego el momento en el que nosotros manejábamos el colegio, todo para bien de nues-
tra educación, como al final lo fue...!

Aprendí a fumar, a ir a cine porno (al caribe, Regio, Ezio, Copelia y otros que no
recuerdo), a jugar billar, disque para aplicar las teorías de física (tas-tas); Fui miembro
de la banda de guerra del colegio (corneta), presentador y animador de los centros cul-
turales los viernes, y de la semana cultural Agustina en el mes de agosto; organizador
y promotor de fiestas, excursiones, exposiciones de los compañeros de quinto y sexto
de bachillerato (así se les denominaba en la época, ahora es décimo y once) y así llego
el tan ansiado1972, ya con 19 años (casi me pensiono como bachiller), con el mismo
grupo del carajo, que desde 1970, veníamos juntos y que hoy, después de 49 años,
seguimos con la amistad intacta. Nos graduamos con honores y formados para iniciar
nuestras carreras profesionales exitosas.

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