Page 787 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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783                          Job                     27. 6–28. 10
          justifique; Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad.
          Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi 6
          corazón en todos mis días. Sea como el impío mi enemigo, 7
          Y como el inicuo mi adversario. Porque ¿cuál es la esperan- 8
          za del impío, por mucho que hubiere robado, Cuando Dios le
          quitare la vida? ¿Oirá Dios su clamor Cuando la tribulación 9
          viniere sobre él? ¿Se deleitará en el Omnipotente? ¿Invocará 10
          a Dios en todo tiempo? Yo os enseñaré en cuanto a la mano 11
          de Dios; No esconderé lo que hay para con el Omnipotente.
          He aquí que todos vosotros lo habéis visto; ¿Por qué, pues, os 12
          habéis hecho tan enteramente vanos? Ésta es para con Dios la 13
          porción del hombre impío, Y la herencia que los violentos han
          de recibir del Omnipotente: Si sus hijos fueren multiplicados, 14
          serán para la espada; Y sus pequeños no se saciarán de pan.
          Los que de él quedaren, en muerte serán sepultados, Y no los 15
          llorarán sus viudas. Aunque amontone plata como polvo, Y 16
          prepare ropa como lodo; La habrá preparado él, mas el justo 17
          se vestirá, Y el inocente repartirá la plata. Edificó su casa co- 18
          mo la polilla, Y como enramada que hizo el guarda. Rico se 19
          acuesta, pero por última vez; Abrirá sus ojos, y nada tendrá.
          Se apoderarán de él terrores como aguas; Torbellino lo arre- 20
          batará de noche. Le eleva el solano, y se va; Y tempestad lo 21
          arrebatará de su lugar. Dios, pues, descargará sobre él, y no 22
          perdonará; Hará él por huir de su mano. Batirán las manos 23
          sobre él, Y desde su lugar le silbarán.
            Ciertamente la plata tiene sus veneros, Y el oro lugar donde 28
          se refina. El hierro se saca del polvo, Y de la piedra se funde 2
          el cobre. A las tinieblas ponen término, Y examinan todo a la 3
          perfección, Las piedras que hay en oscuridad y en sombra de
          muerte. Abren minas lejos de lo habitado, En lugares olvida- 4
          dos, donde el pie no pasa. Son suspendidos y balanceados, lejos
          de los demás hombres. De la tierra nace el pan, Y debajo de 5
          ella está como convertida en fuego. Lugar hay cuyas piedras 6
          son zafiro, Y sus polvos de oro. Senda que nunca la conoció 7
          ave, Ni ojo de buitre la vio; Nunca la pisaron animales fieros, 8
          Ni león pasó por ella. En el pedernal puso su mano, Y tras- 9
          tornó de raíz los montes. De los peñascos cortó ríos, Y sus 10
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