Page 326 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza



            Fui testigo junto a Ernesto, en Buenos Aires, de un fraude en el fútbol,
            cuando un boliviano de ingrata recordación: Oscar Ortubé, escamoteó
            a Ecuador un resultado legítimo, obtenido en la cancha, al congraciarse
            con los argentinos, alargando el partido escandalosamente, hasta que
            nos empaten 2 a 2. En esa ocasión compartí el relato con una figura
            inolvidable: Don Ecuador Martínez.


            Ernesto Guerra ingresa en la historia del fútbol ecuatoriano como un
            icono inolvidable, por todos los momentos a los que estuvo ligado,
            lo que obligó para que se reconozca su aporte con preseas, diplomas
            y trofeos otorgados por gremios periodísticos, entidades deportivas,
            clubes de fútbol y a mi parecer el reconocimiento de más orgullo y
            grandeza que le brindó la Confederación Sudamericana de Fútbol,
            en su sede en Asunción del Paraguay, con la presencia de la dirigencia
            sudamericana en pleno.


            En lo personal, siento una gran satisfacción el haber podido compartir
            micrófono con él en Emisoras Gran Colombia y en la cobertura del Mun-
            dial de Fútbol de EEUU 1994, en los estudios de TeleSistema. Eso sirvió
            para sellar mucho más una amistad que mantengo por muchos años.

            Su historia es la síntesis de una vida ejemplar.


            Edgar Villarruel Caviedes
            Periodista y relator de Radio Caravana

            LA hAzAñA En EL MOnUMEnTAL
            dE GUAyAQUiL En 1992 ES inCOMpARAbLE


            El torneo nacional de fútbol de 1991 nos dejó muchas enseñanzas que
            fueron analizadas en el directorio, para determinar la situación actual
            del club y establecer las acciones que nos servirían para fortalecer
            y mantener los aspectos positivos con el fin de alcanzar mayor
            competitividad a nivel nacional e internacional.

            El tercer lugar alcanzado en la clasificación general no satisfizo las
            aspiraciones que nos habíamos propuesto, pero tampoco fue un

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