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llegar a los estados más bajos de conciencia. Este era el insulto más grande que se le
ocurrió a Sisupala. Todo el salón estaba estupefacto ante el atrevimiento de aquel hombre
que había osado insultar a Ganga, la madre de Bhishma y el más santo de los ríos, cuya
fuente eran los pies del señor Vishnu y cuya desembocadura eran los cabellos rizados de
Sankara, el señor de los señores. Bhima, después de oír aquello no pudo controlarse más
y mirando a Bhishma le dijo:
—Abuelo, ¿cómo permaneces callado? Aquí hay un hombre insultándote a ti y a
Krishna; hablando mal de vosotros dos que sois para nosotros más queridos que nuestras
propias vidas. Te ruego que me dejes la oportunidad de matarle, tengo que aniquilar a
Sisupala.
Bhishma, sin embargo, le dijo:
—No te precipites, Bhima. Ha sido dispuesto por los dioses que sea Krishna quien
mate a este hombre. Debe encontrar su muerte en manos de Krishna y sólo de él. Dejemos
todo en sus manos. Ahora te relataré la historia de Sisupala y te contaré la profecía que
dice que Krishna será quien pondrá fin a su vida.
Capítulo VII
LA MUERTE DE SISUPALA
B HISHMA dijo:
—Sisupala nació con tres ojos y cuatro brazos. Mientras sus padres se horroriza-
ban de la monstruosidad que habían engendrado, una voz habló desde los cielos y les
dijo que el ojo y los brazos que le sobraban desaparecerían cuando colocaran al niño en
el regazo del hombre que un día sería el causante de su muerte. La madre, preocupada
por el futuro de su hijo, lo puso en el regazo de todos los que venían a verle. Un día,
cuando Krishna y Balarama fueron a ver al niño de Damaghosha, ella colocó el niño en
su regazo, tal y como acostumbraba a hacerlo con todos. Tan pronto como el niño tocó
el regazo de Krishna se le desprendieron sus brazos y su ojo adicionales. La madre de
Sisupala se puso muy triste al saber que su hijo sería un día aniquilado por su propio
primo Krishna. Ella era la hermana de Vasudeva y pidió a Krishna que tuviera clemencia
con el niño. Krishna estaba apenado de ver la aflicción de su tía y le dijo:
—No te preocupes, perdonaré incluso un centenar de insultos que tu hijo me inflija.
Intentaré no lastimarle.
»Pasó el tiempo y Rukmi, el hijo de Bhishmaka, se hizo un gran amigo de Sisupala y
quiso entregarle a su hermana para que fuera su esposa. Pero ella estaba enamorada de
Krishna, y se lo hizo saber, por lo que Krishna se la llevó con él justo en el mismo día que
se tenía que casar con Sisupala. Desde entonces Sisupala guardó siempre un profundo
odio hacia Krishna y no podía soportar oír cómo le alababan, ni ver los honores de que