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3. En el bosque 223
Capítulo X
EL TIRTHAYATRA DE YUDHISTHIRA
OS pandavas pasaron por este trance con gran dificultad. Arjuna era el favorito de
L todos y echaban de menos su presencia encantadora y su resplandeciente sonrisa.
Yudhisthira se sentía muy infeliz. Aparte de esta separación, tenía que soportar las
críticas incesantes de Draupadi y Bhima que trataban de convencerle de que estaba
equivocado, y que era absurdo pasar sus días en el exilio, pudiendo matar a los kurus si
se les diera la más mínima oportunidad. La paciencia de Yudhisthira fue probada muy
dolorosamente; pasaba el tiempo tratando de consolar a la llorosa Draupadi y tratando
de convencer a Bhima de que practicase la virtud de la paciencia. Fue una época de
prueba muy dura para Yudhisthira, ya que Arjuna no estaba con él para apoyarle en
contra de las elocuentes arremetidas de Bhima.
Bhima estaba tratando de convencer a su hermano de que no debía haber mandado a
Arjuna a los Himalayas a rezarle a Sankara. Le dijo:
—Este es otro error que has cometido. Por tu insensatez, tuvimos que venir al bosque.
Tú no quieres que seamos kshatryas, quieres que vivamos como sanyasins; a ti te gusta y
estás tratando también de convertirnos a nosotros.
»Esta vida encaja muy bien con los brahmanes, pero no con nosotros, nosotros somos
kshatryas y hemos nacido para luchar. Y ahora, por si fuera poco, has mandado —más
bien desterrado— a Arjuna, nuestro querido hermano para que realice austeridades.
»Nunca he oído que un kshatrya realice austeridades hasta que renuncia al mundo.
¿Para qué tiene que adquirir Arjuna astras divinos? Eso demuestra que no confías en su
fuerza o en la mía. No se necesitan austeridades para matar a un puñado de pecadores;
podríamos haberlo hecho en una hora. Pero no, tú no lo permites.
»Quieres hacer las cosas de ese modo odiosamente suave y paciente. Ya hace casi
un año que se fue Arjuna y estamos enfermos por esta vida del bosque. Por favor,
llama a Arjuna para que vuelva y deje sus penitencias. Marchemos hacia Hastinapura y
matémoslos a todos. Tienes que hacerlo por nosotros.
Al pobre Yudhisthira le costaba oír las palabras violentas de Bhima, que era su
hermano más querido. Le quería demasiado para ofenderse por sus crueles palabras
y trataba de hablarle con amabilidad. Justo en aquel momento llegó el gran sabio
Brihadaswa.
Yudhisthira agradeció que llegara en aquel preciso momento. Y dando rienda suelta
a su dolor y autocrítica, le contó al rishi todos los acontecimientos de los últimos años.
Se sentía angustiado, y le dijo:
—Mi señor, ¿has visto u oído hablar sobre alguien más desafortunado que yo?