Page 236 - Arquitectos del engaño
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No fue hasta julio de 2.002 que se llegó a conocer que los Americanos habían contaminado Irak con
cerca de 800 toneladas de uranio empobrecido (es decir residuos atómicos).
Andres Brahme, profesor de física de radiaciones médicas en el Karolinska Institutet, Estocolmo,
después de la guerra visitó los hospitales de Irak meridional donde había niños con malformaciones muy
graves, como un único ojo en medio de la frente. Creía que las deformidades habían sido causadas por
sustancias con uranio empobrecido, que se habían extendido como nubes de polvo después de la explosión.
Los norteamericanos y británicos también utilizaron las devastadoras bombas FAE (combustible /
aire explosivo) contra las tropas iraquíes. Estas bombas de 1.000 kilos contienen óxido de etileno en aerosol
y causan una sobrepresión enorme (aproximadamente 70 atmósferas), destruyéndolo prácticamente todo
dentro de una superficie de 5.000 metros cuadrados. También hay bombas FAE de 7.500 kg.
En el documental, "El genocidio de Saddam Hussein" de Michael Wood, la ITV británica reveló
cómo los líderes políticos de los Estados Unidos habían instigado el asesinato en masa de los árabes en el
delta. Esto fue confirmado por varios testigos y documentos. Antes de eso, sin embargo, los Kurdos del
Norte y los musulmanes Chiítas del sur pagarían un alto precio por su confianza hacia los Estados Unidos.
El 12 de enero de 1.991, el Congreso de EEUU autorizó a George H. Bush a declarar la guerra a Irak, a
menos que las fuerzas iraquíes abandonaran Kuwait antes de tres días. Lo que, de hecho, a Irak no le era
posible.
El 13 de febrero de 1.991, George Bush advirtió: "Los militares y el pueblo iraquí pueden tener en
sus propias manos el forzar a dimitir a Saddam Hussein, para que Irak pueda unirse a las naciones amantes
de la paz. No tenemos ninguna disputa con el pueblo iraquí..."
Esta provocación era tan falsa como lo que, mediante The Voice of America, iba dirigido a Hungría
en otoño de 1.956. Entonces a un pueblo oprimido también se le dieron falsas esperanzas de una
intervención norteamericana.
El presidente Bush alentó a los Kurdos a sublevarse. Los musulmanes Chiítas creyeron que la
provocación de Bush era un símbolo serio de apoyo de EEUU y comenzaron las revueltas en el sur de Irak.
A continuación, el General Norman Schwartzkopf dejaba al ejército iraquí las manos libres para ahogar en
sangre la revuelta Chiíta. Los Estados Unidos no podían permitir que Saddam Hussein cayera.
El documental de la ITV mostró una entrevista con Laurie Mylroie, uno de los más importantes
analistas de Washington, que había visto las transcripciones de las negociaciones del alto el fuego. Según
Mylroie, el 26 de marzo los Estados Unidos tomaron una decisión pretendiendo que fuera una señal para que
Saddam Hussein sofocara la revuelta. El General Schwartzkopf alentó al ejército iraquí a utilizar
helicópteros. El mismo día, los Estados Unidos dejaron claro que los helicópteros iraquíes no serían
abatidos, incluso cuando sobrevolaran las tropas aliadas. Desde Washington, le explicaron a Schwartzkopf
que los helicópteros tomarían parte en una operación destinada a derrocar a Saddam Hussein. Por supuesto,
tal cosa no debía suceder. Esta circunstancia particular sorprendió al mundo. Los intereses de EEUU eran
completamente diferentes, lo que se hizo evidente en el documental de la ITV.
Cuando, en abril de 1.991, los kurdos comenzaron a negociar con los iraquíes sobre su autonomía
(los Estados Unidos no tenían nada que objetar en contra de ello), el jefe del servicio de inteligencia militar
kurda en Irak informó que Irak había matado a 300.000 personas en el sur. Los asesinatos continuaron. En el
delta pantanoso entre los ríos Éufrates y Tigris, se construyeron embalses, y el agua de las marismas fue
envenenada. El ganado murió. Las casas y las cosechas fueron bombardeadas con bombas incendiarias y
napalm. Los que sobrevivieron se vieron obligados a marcharse. Gracias al estímulo de EEUU, Saddam
Hussein logró matar al siete por ciento de la población local. Nadie condenó estos asesinatos en masa.
El documental muestra a una niña diciendo que Estados Unidos y Gran Bretaña considera asesinos a
los que matan a la gente. Ella pregunta: "Saddam mató a mi padre. ¿Por qué a él no se le considera un
criminal?"
Se reveló que el llamado bloqueo era un fraude, ya que Irak había reconstruido el 80% de su industria
armamentista con ayuda extranjera. La posición de Saddam Hussein se vio reforzada por las sanciones. El
Departamento Estatal de EE.UU. se negó a contestar al reportero Michael Woods sobre su política en Irak.
Al final del documental, se expone el motivo real detrás del asesinato de masas. Las empresas
francesas ELF y Total y otras corporaciones transnacionales, pretendían iniciar la extracción de petróleo en
la zona después de conseguir librarse de los árabes de las marismas y de drenar la zona. Cualquier árabe que
tratara de permanecer allí sería asesinado. Los masones psicópatas prosperan con el sufrimiento de los
demás.