Page 238 - Arquitectos del engaño
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francmasón judío Mosa Pijade. Según Zivadin Simic, uno de los líderes de la policía secreta, Tito también
        era francmasón. Después de la guerra, Tito recibió una cantidad enorme de ayuda (150 millones de dólares)
        de  países  occidentales  para  establecer  el  comunismo.  Sin  esta  ayuda,  el  régimen  de  Tito  habría  caído.
        Mientras sus crímenes se consideraron secretos. Sólo los Estados Unidos en secreto aportó 35 millones de
        dólares entre 1.948 y 1.965. Esto fue revelado por un experto en derecho internacional, el profesor Smilja
        Avramov, en una entrevista con el diario serbio Politika Ekspres (16 de enero de 1.989). La ayuda occidental
        cubría el 60 por ciento de los gastos del régimen comunista. El profesor Avramov ha destacado: "Sin esta
        ayuda económica, nuestro régimen no habría sobrevivido."
               La  ayuda  de  Estados  Unidos  a  Yugoslavia  era  un  importante  secreto  de  estado,  sobre  el  que  la
        embajada estadounidense se negaba a hacer ningún comentario. Las aportaciones de los banqueros privados
        occidentales eran un secreto incluso mejor guardado.
               Los masones británicos y sobre todo los Illuminati, uno de los frentes de los cuales era el Instituto
        Británico de Asuntos Internacionales, también ayudaron a llegar al poder los comunistas albaneses, dándoles
        toda la asistencia militar concebible.
               En 1.990, los masones comenzaron a actuar para forzar que Serbia se acercara a la UE, haciendo que
        éste autosuficiente país dependiera totalmente del mundo exterior. Esta gente terca, independiente debían ser
        forzados  a  la  sumisión  mediante  una  guerra,  según  el  procedimiento  Illuminati.  En  mayo  de  1.991,  el
        Departamento de Estado de EE.UU. comenzó a organizar disturbios en los Balcanes.
               Los Estados Unidos detuvieron toda la ayuda hacia Yugoslavia, una medida que también golpeó a
        todas las repúblicas independientes y vetó la continuación de los préstamos del FMI. Un crédito prometido
        de 1.100 millones de dólares fue congelado y con él todos los préstamos extranjeros de los que se esperaban
        un total de 3,5 millones de dólares, que estaban ligados a los préstamos. Este era un movimiento típico de la
        masonería internacional. Se crean problemas sólo para ofrecer las "excelente soluciones" propias.
               De un solo golpe, la administración de George Bush lanzó a Yugoslavia a un vórtice del colapso
        económico total de dramáticas consecuencias para toda la región. Ya en 1.989, la inflación yugoslava era de
        más del 250 por ciento (Hamburger Abendblatt, 27 de enero de 1.989).
               En junio de 1.991, en una breve visita a Belgrado, el secretario de estado y francmasón James Baker
        aseguró al Presidente yugoslavo Slobodan Milosevic que Estados Unidos estaba "a favor de la integridad
        territorial yugoslava", la desintegración en realidad había sido acelerada por la decisión estadounidense de
        detener todos los créditos .
               Dos días después de la declaración de Baker, Croacia y Eslovenia se auto-proclamaron repúblicas
        independientes, ya que no podían pagar los salarios.
               El impago se debió a la deuda externa que ascendía a 16 millones de dólares. El dinero prometido por
        la UE que nunca llegó.
               En  estas  circunstancias  y  debido  a  la  exagerada  demostración  de  fuerza  de  Serbia,  Croacia  y
        Eslovenia, que hasta pocos meses antes estaban dispuestas a permanecer en una Federación de Repúblicas
        Yugoslavas  -  con  una  economía  común,  una  unión  aduanera  y  una  defensa  común  en  caso  de  agresión
        militar - decidieron declarar la independencia.
               Milosevic  interpretó  la  declaración  de  Baker  como  una  luz  verde  de  Estados  Unidos  por  si  él
        utilizaba armas si lo creía necesario contra Eslovenia y Croacia.
               El  presidente  Bill  Clinton  y  los  gobiernos  Británico  y  Francés  actuaron  coherentemente  como
        masones: implementaron una inestabilidad en la comarca y en toda Europa.
               Se dijo a la prensa croata que todos los problemas de Yugoslavia habían sido previstos por Lawrence
        S. Eagelburger, Subsecretario de Estado de la administración del Presidente George Bush, por el Ministro de
        Exteriores  italiano  Gianni  de  Michelis  (ex  primer  ministro);  y  por  Hans  van  der  Broek,  Ministro  de
        Relaciones Exteriores Holandés, que posteriormente se convirtió en un líder oficial de la Unión Europea.
        Todos  ellos  eran  masones.  De  Michelis  era  miembro  de  la  logia  masónica  P2.  En  1.995,  fue  declarado
        culpable de corrupción y condenado a cuatro años de prisión.
               Estados Unidos, Alemania e Israel en vuelos aéreos secretos suministraban armas a Croacia y Bosnia
        desde  el  comienzo  de  la  guerra.  El  mantenimiento  y  el  transporte  estaban  previstos  y  los  realizaban  las
        fuerzas estadounidenses, las unidades de la legión extranjera francesa y los soldados de Sarajevo.
               Gran Bretaña siempre ha estado detrás de los acontecimientos en los Balcanes. Antes de las guerras
        balcánicas, agentes británicos realizaban actividades clandestinas disfrazados de inocuos corresponsales de
        prensa.
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