Page 136 - La importancia de las plantas medicinales
P. 136

Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


                                      a la persona a arrebatarse, a enfrentar las normas de la tribu, de allí surge la
                                      agresividad, el des- equilibrio natural, “la persona va en contra de la energía
                                      misma”. Los seres humanos pueden acumular estas energías en exceso por
                                      ambición, ánimo e intenciones desbordadas, “porque se entregan mucho, o

                                      creen más de lo que deben creer”; esta animosidad de hacer cosas en exceso
                                      lleva a la destrucción, al desequilibrio. Los excesos en la energía de la
                                      naturaleza no causan malestar, tampoco acumulaciones de la energía del
                                      agua; mientras que cantidades exageradas de energías de la tierra y del

                                      espacio, frecuentemente conducen a la desarmonía. Los excesos en la energía
                                      de la tierra pueden llegar a generar problemas sociales, familiares, de
                                      aprovecha- miento de los recursos, llevar a la persona a excederse en la
                                      captura de animales, a cambiar su forma de hablar expresándose de maneras
                                      más ofensivas; este exceso puede ocurrir por creen- cias e ilusiones

                                      desproporcionadas, porque “se entrega y se recibe en exceso, no se reconocen
                                      límites”. Una persona con exceso en la energía del espacio se torna
                                      desesperada, le invade el afán de devastar todo, destruye sin necesidad, no lo
                                      piensa, actúa así solo porque le nace; de esta manera surgen abusos como

                                      matar animales que no se van a comer o tumbar árboles sin motivo. Por otra
                                      parte, cuando los seres humanos pierden todas las energías esto les genera
                                      rabia, emoción que no causa violencia, pues estas personas se caracterizan
                                      por querer perma- necer aisladas de los demás, no ser visitadas, se retiran de

                                      las conversaciones, no quieren la familia, la presencia de otras personas les
                                      produce más rabia, no quieren colaborar a los demás, quieren trabajar solos y
                                      hacer solo cultivos pequeños, no disfrutan al realizar las diferentes
                                      actividades. La violencia hace parte de la locura, no de la rabia; una persona

                                      rabiosa no actúa deliberadamente de forma violenta, un loco sí. La locura es
                                      producida por excesos de energía, originando abusos, actos violentos; la
   131   132   133   134   135   136   137   138   139   140   141