Page 150 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
serpiente, persecución por jaguares y nacidos en la piel que provienen de
ataques del rayo. Muchas de las restricciones se refieren a la captura de
animales silvestres, que cuando se excede conduce a los dueños naturales a
esconder estas especies en sus viviendas originales y a enviar además en-
fermedades a la tribu; para traer los animales de vuelta el lawichu´ra´aru o
médico ancestral pide a los dueños retornarlos a la superficie. Generalmente
antes de cazar los upichía (matapí) acuden al lawichu´ra´aru, quien comunica
cuántos animales se pueden capturar, cantidad que coincide con lo encontrado
en el monte. Si se hiere un animal, no se puede “rematar” porque pueden
ocurrir venganzas, sea a través de rayos que causan dolor en el cuerpo, de
juilaruji keyá o dolor de cabeza y uajuejí yaripune o problemas de corazón; las
energías del rayo y del corazón se relacionan entre sí, por eso los daños por
rayo afectan al corazón y predisponen a tajaka laje o epilepsia. Desde el
pensamiento upichía (matapí), las personas que cazan muchos animales al morir
se transforman en seres parecidos a animales; y a su vez, los animales también
pueden transformarse en personas conocidas, causando fiebres que
“carbonizan”, enmudecen y pueden matar al extraer el pijá jimi a quienes
capturan presas en exceso. El sobrepasar los límites culturales que regulan la
cacería, hace que cada vez, por ejemplo, los je´eruna o puerco jabalíes se
vuelvan más agresivos, ya que se acostumbran a despojar del pijá jimi a
personas que matan muchos animales, además de afectar a sus familiares;
cuando alguien sueña con je´eruna o estos rondan la maloka, significa que estos
animales ya persiguen el alma. Los cambios recientes en la alimentación han
traído nuevas enfer- medades al pueblo upichía (matapí), por ejemplo la
diabetes o azúcar en la sangre y problemas de tiroides, principalmente. Las
personas que cambian los alimentos propios por foráneos, rechazan su propia
cultura, afectando su salud y además su intención, pues “comienzan a hablar de