Page 176 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía

                                      a´ako puwakají o parto, el lawichu´ra´aru acostumbra restringir en su tribu la
                                      captura  de  animales,  la  pesca,  la  recolección  de  frutos  y  la  tala  de  palmas,
                                      constituyendo  una  temporada  de  restableci-  miento  del  equilibrio,  de

                                      conservación;  se  piensa  que  este  conjunto  de  comportamientos  colectivos
                                      apoyan el bienestar del recién nacido, pues impiden su afectación por las malas
                                      energías, y además, posibilita que las energías de la conservación se hallen en la
                                      persona.

                                         Para el pueblo gunadule el parto es un momento de mucha importancia
                                      durante el ciclo vital, esto reflejado en el profundo conocimiento del mismo y
                                      de los remedios generalmente vegetales para facilitar su evolución. Es

                                      costumbre de la mujer parir en un cuarto de su casa, habitación que es
                                      construída un mes antes y destruída un mes después del nacimiento;
                                      acompañada de la partera, quien a través de técnicas manuales orienta la
                                      posición fetal y facilita la concepción. Fuera del cuarto y dentro de la vivienda

                                      permanece el inaduledi o conocedor de plantas medicinales, a la escucha de los
                                      hallazgos de la partera y de la necesidad de usar remedios para que el parto
                                      tenga un desenlace adecuado. La placenta es enterrada debajo de la casa, en el
                                      lugar donde la mujer tuvo el parto, se envuelve con hojas de bijao, se echa en
                                      un saco y se amarra bien, se sahúma y se entierra. Se evita dejar la placenta a la

                                      intemperie, pues si es consumida por cerdos el bebé podría enfermar, si la come
                                      un perro el bebé será peleador cuando crezca. Cuando cae el muñón umbilical es
                                      costumbre guardarlo, pues luego es empleado para dar fuerza al niño o niña;
                                      cuando las criaturas cumplen un año se acostumbra sembrar una planta de

                                      plátano o maíz con ese pedazo de cordón, de los que se prepara una bebida
                                      llamada chucula, “para que no quede débil”; también puede hacerse este
                                      procedimiento con una planta de yuca o ñame. Entre los nasa se considera que
                                      las mujeres par- turientas pasan por un estado corporal más frío, por lo que las
                                      tuty mbahisa o parteras para “coger calor”, les aconsejan tomar bebidas de
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