Page 178 - La importancia de las plantas medicinales
P. 178

Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


             a luz, o colgada de un árbol que al ser cortado vuelve a crecer, cualidad que le
             transfiere al niño un adecuado crecimiento y dientes fuertes. Las madres nukak
             acostumbran recibir sus partos en la selva, colocando hojas frescas de platanillo
             y cavando un hoyo para dejar allí la sangre; el cordón umbilical es cortado con

             un  cuchillo,  la  placenta es  enterrada  y  el  recién  nacido  es  secado  con  hojas
             (Cabrera et al. 2001).

                En Palenque San Basilio las mujeres han acostumbrado recibir los
            nacimientos sentadas, apo- yándose sobre el espaldar de una silla. Para tener un
            buen parto en Palenque las parteras recomien- dan a las mujeres aplicarse
            baños con malva, matarratón y verbena, plantas que se dejan enfriar y se usan

            en baños de asiento; también se emplean oraciones a la virgen del Carmen y a
            San Antonio. Las mujeres palenqueras han acostumbrado también para facilitar
            el parto, el uso de la flor de la virgen, “esa flor tenía un desarrollo, cuando una
            mujer iba a dar a luz se buscaba la partera, co- gían la bacinilla con agua de la

            tinaja de barro, agua limpia, cuando la mujer tenía su dolor, se decía que está
            removida, cogían esa flor que estaba como puño y la echaban en la bacinilla,
            que- daba flotando en el agua y la mujer que tenía dolor de parto se sentaba ahí,
            si el parto venía bien la flor se iba abriendo, si la flor no se abría había

            problemas para nacer el niño”. Los hombres palenqueros evitan presenciar los
            partos, ya que al estar allí pueden retrasar los nacimientos; para facilitar el
            alumbramiento de la placenta es costumbre de las parteras rezar una oración a
            la virgen del Carmen (Escalante 1979). Según este autor, en Palenque cuando en

            el momento del parto se percibe que el feto se encuentra en una dirección
            anómala, la partera y sus ayudantes “gongolean” la madre con la cabeza hacia
            abajo y sostenida por los pies, buscando acomodar la criatura y per- mitir su
            nacimiento. En Palenque la placenta suele ser enterrada en el lugar donde se
            recibió el parto, acompañada de un poco de ceniza. Las mujeres
   173   174   175   176   177   178   179   180   181   182   183