Page 245 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


             no de las hojas, en el tratamiento de enfermedades del páncreas. Quien
             primero sufrió de pawó o apendicitis fue Iñaweló, la tercera mujer del mundo e
             hija de Jechú, estaba cocinando keñá o caldo de kajeru o yuca en el momento
             en que no resistió el dolor; probando manikuera tukupi se le fue calmando el

             cólico, lo que comunicó a su padre Jechú diciéndole que este sería un remedio
             para curar la enfermedad, Jechú hizo preparar manikuera tukupi y confirmó en
             meditación su efectivi- dad para estos casos.

                Mamú kaku, variedad de ipatú o coca que recibe energía de los dueños
             acuáticos, se origina de la pierna derecha de Kapiyú, lo cual explica porqué las
             enfermedades de esta zona corporal     se tratan con plantas de hojas anchas,

             que corresponden al mundo acuático. Por su parte, iyurú kaku es generada de la
             pierna izquierda de Kapiyú y recibe la energía del mundo vegetal. En la historia
             de origen upichía (matapí), cuando muere Keri o luna, de sus vellos púbicos
             surge yuiné   u ortiga, motivo por el cual sus flores tienen vellos; la fragilidad de

             esta planta, el que sus partes vayan “simplemente pegaditas”, es un atributo
             que se asemeja al grado normal de cohesión de las articulaciones humanas. El
             padre de Keri, Jechú, descubrió los conjuros y canciones para el uso medicinal de
             yuiné en el tratamiento de kuyuiji jilá o cuando la cadera se seca y pierde

             líquido. Jechú fue quien primero padeció de che´erá, lora o leishmaniasis en la
             pierna derecha, inicialmente no conocía su tratamiento, cuando se desesperó
             con la enfermedad encontró a Amiyopi, dueño de yecha, y le contó sobre su
             mal. Amiyopi le dijo que él siempre había sufrido de che´erá y que por esto las

             raíces de yecha siempre crecen una sobre otra; este dueño autoriza a Jechú
             utilizar la raíz de yecha para tratar che´erá, Jechú raspó esta raíz, la colocó sobre
             la llaga y se curó. Amiyopi tenía la curación de che´erá por ser piyuté o boa, pues
             la mayoría de las boas presentan esta enfermedad. Al Jechú agradecer a
             Amiyopi, este le responde que yecha es un legado para sus nietos, para la cu-
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