Page 95 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
al bienestar humano y la autonomía
plantas que conservan la humedad como musgos, y a la mayor exposición
solar por la escasez de árboles de porte alto. En estos lugares crecen tanto
plantas de carácter frío como cálido; se dice que los abuelos protegían estos
sitios y solo cortaban árboles de madera fina para necesida- des personales, la
posterior comercialización de estas maderas fue frenada por las autoridades
ambientales regionales, quienes en la actualidad cobran multas a las personas
que destruyen los charrascos o arrabales. En el páramo Rabanal los rastrojos
bajos reciben el nombre de paja, son lugares ubicados generalmente en zonas
planas y donde crecen plantas de porte herbáceo y arbustivo, por lo que hay
poca sombra y una alta exposición al viento y a los rayos solares; son
considerados lugares cálidos por la poca humedad del suelo y por la poca
sombra. En la paja crecen tanto plantas medicinales frías como cálidas. En la
actualidad estos lugares son de- forestados para la ampliación de potreros y
monocultivos de papa, a pesar de existir sanciones impuestas por las
autoridades ambientales regionales.
Para los afrocolombianos de Nuquí, Chocó, el monte alzado corresponde al
rastrojo alto, siendo concebidos como lugares de temperatura tibia, esto
atribuido principalmente a la baja exposición solar, a la humedad media y a la
brisa de esta unidad de paisaje; son lugares ubica- dos medianamente lejos de
las viviendas y en zonas con relieve de pendientes moderadas. Allí habitan
hierbas, arbustos, árboles, como también algunas epífitas y bejucos, las que
pueden ser clasificadas tradicionalmente como plantas frías y calientes. Los
montes alzados son lugares que no son restringidos para ninguna persona,
pues se piensa que allí no se contraen enferme- dades de una temperatura
determinada o por tener visiones de seres sobrenaturales. El monte biche
corresponde al rastrojo bajo, hace parte de la dinámica de rotación de cultivos
practicada por los afrocolombianos de Nuquí, siendo fincas que se dejan