Page 99 - La importancia de las plantas medicinales
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Contribuciones de la biodiversidad
             al bienestar humano y la autonomía


             caimarona, jilu o marañón, tuko o cucuy, jimá o caimo y pipirí o chontaduro.
             Algunas plantas de la chagra tienen una hora específica para ser cultivadas,
             por ejemplo kaachi se siembra de siete a once de la mañana; mahuiru de
             once de la mañana a dos de la tarde; lichi de una a dos de la tarde, pipirí de

             cinco de la mañana a tres de la tarde e ipatú o coca de siete a diez de la
             mañana. Ña´akú, ke´erú, tuko, kamú y jimá se siembran en cualquier
             momento del día. En la chagra no habitan dueños sobrenaturales o naturales,
             ya que los alrededores de la maloka per- manecen protegidos por el

             lawichu´ra´aru o médico ancestral, quien antes de la construcción  de la
             vivienda o del establecimiento de la chagra, solicita permiso a los dueños
             sobrenaturales  y naturales para ello. Algunos frutos cultivados tienen
             restricciones para su consumo, ya que pueden estar contaminados con malas
             energías, por ejemplo se evita consumir porola o lulo, mahuiru o piña y kana

             o caña de azúcar en agosto. Para conservar el equilibrio en las áreas que dan
             paso a las chagras en los ciclos rotativos upichía (matapí), el lawichu´ra´aru
             pide autori- zación a los dueños naturales, a los karipulakena o creadores y a
             los seres que han dado origen a cada especie. Para el establecimiento de las

             chagras, el lawichu´ra´aru realiza rituales para evitar que las personas sean
             mordidas por serpientes o queden atrapadas por arboles que les caen
             encima; se hace al inicio durante el socolo y la tumba, se purifica el terreno al
             comenzar  la siembra, se fertilizan los cultivos con ceniza para que crezcan

             más rápido y se purifica nue- vamente durante la cosecha para que los frutos
             no tengan contaminación. Para ahuyentar las serpientes de la chagra se hace
             una protección llamada jae pujana; otro ritual realizado por el lawichu´ra´aru
             para la protección de la chagra se denomina pailape, se hace con ceniza y no

             requiere de la presencia del médico ancestral en la chagra. También se hace
             una protección a los cultivos, para que allí no entren las malas energías del
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