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relaciones, situación en la que vi-
ser emprendedor y aprovechar cada
vimos, entre otras. Ocurre que, al
oportunidad»—, entonces el desa-
igual que cuando miramos un cua-
grado enfocado positivamente eleva
dro, esa imagen de nosotros mismos
nuestra autoestima.
a veces nos gusta y otras tantas nos
La baja autoestima nos mueve fá-
desagrada.
cilmente a la angustia o la depresión
Decimos «soy pobre, pero ho- porque nos hace creer que somos los
nesto, y no me agrada ser pobre, más desafortunados del mundo, que
pero me gusta ser honesto», así que no podremos encontrar solución a los
no me desagrada como soy. Si, por el problemas. Nos genera miedos, com-
contrario, nos desagradara, enton- plejos, e influye en el bajo rendimien-
ces tenemos dos opciones: dejamos to en el estudio, porque esa sensación
que nos aplaste o lo convertimos en de angustia permanente, de creer que
un motivo de superación personal, somos inferiores a los demás, nos pa-
un motivo que nos lleve a reinventar- raliza. La alta autoestima nos moviliza,
nos a nosotros mismos. Si dejamos nos impulsa hacia el crecimiento.
que la sensación de desagrado nos La autoestima no es otra cosa que
paralice —«si soy pobre, para qué luchar, el amor que sentimos por nosotros
si siempre otros decidirán por mismos, la aceptación de cómo somos,
mí; no voy a lograr nada, mejor ol- el respeto a uno mismo y la confianza en
vidar mis desgracias»—, entonces el nuestras potencialidades. Hacerla
desagrado baja nuestra autoestima: crecer constituye uno de los mayores
se convierte en algo negativo. Si, por logros en el proceso de conocernos a
el contrario, lo convertimos en una nosotros mismos.
fuerza para reinventarnos y llegar a
un estado que nos guste —«porque
soy pobre tengo que estudiar y es-
forzarme más que otros, tengo que
